Un aproximado de 25 mil habitantes del distrito de San Jacinto, en la región Tumbes, están expuestos en su salud al consumir el agua del río Tumbes, en el cual se ha determinado que hay residuos de metales pesados. Además, afecta a mil hectáreas de cultivo, señaló el burgomaestre de la localidad Yoel Feijoó Carrillo.
Explicó que esta problemática lleva varios años y, pese a que ha pedido la atención respectiva hasta en dos gabinetes presidenciales binacionales entre Perú y Ecuador, todavía no es abordado para paliar esta situación.
“Este problema ha sido sustentada en los últimos gabinetes binacionales y a pesar que en el momento dicen que van a resolver o trabajar en esto, no lo hacen. La inestabilidad política por la que estamos pasando también nos está jugando en contra”, refirió Feijóo.
Agregó que la alta concentración de metales pesados tiene origen en los relaves mineros que son arrojados en la cuenca alta del río, en el lado ecuatoriano, es por ello que las aguas presentan un color plomizo que no solo afecta el consumo directo de la población, sino también la agricultura y ganadería.
“Tenemos reportes de la DIRESA pertenecientes al año 2014 donde se indica que en varias plantas de tratamiento de agua potable instaladas en el distrito, no fueron diseñadas pensando en el tipo de agua que se debía tratar. En el caso de la JASS de Oidor y Carretas, se cometió el error de construir un sistema de saneamiento básico sin planta de tratamiento, por lo que se tiene que suspender el servicio ante un atentado a la salud de las personas”, agregó.
La solución que la autoridad edil plantea es que se pueda financiar los proyectos de las plantas tratamiento de agua para los caseríos afectados, pero está en manos del ministerio de Vivienda.
La propuesta que presenta el alcalde Feijoo Carrillo es que se financien obras que vayan enmarcadas a tratar el agua que se distribuye a la población. “La declaración de emergencia como tal no nos soluciona el problema pero si es un medio interesante para voltearle la cara al Estado y nos puedan atender los financiamientos que nosotros estamos solicitando para solucionar esta problemática, como los proyectos para construir sistemas de tratamiento de agua potable que beneficiarán a Rica Playa, Capitana, Higuerón, Vaquería, Casablanqueada, Carretas y Oidor, nosotros tenemos listos los expedientes pero falta el financiamiento ya que no podemos hacerle frente con los escasos recursos que tenemos, no llegamos ni al millón de soles en lo que respecta a inversión”, explicó.
Por otro lado, Augusto Ramírez Carrillo, teniente gobernador del caserío La Capitana, manifestó que los niños de la zona, ya presentan restos de plomo en su sangre, esto comprobado mediante exámenes del sector salud, y la causa sería el consumo del agua que es captada del río.
Ramírez dijo que recientemente recibieron la donación de baldes con filtros y allí pudieron notar los sedimentos que venían ingiriendo, pues el agua no es tratada adecuadamente.
Los pobladores de Rica Playa, La Capitana, Higuerón y más zonas que están a orillas del río Tumbes, esperan que esta problemática empiece a ser considerada por el Ejecutivo Central y articule acciones con el Ecuador para que la población pueda consumir agua de calidad.
MÁS ESTUDIOS, PERO CERO ACCIONES. En agosto de este año, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, a través de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), realizó el primer monitoreo, del año, de la calidad de los recursos hídricos superficiales de las cuencas Tumbes y Zarumilla, con el objetivo de evaluar el estado de la calidad del agua de los ríos Tumbes y Zarumilla y sus principales afluentes.
Esta intervención se realizó a través de la Administración Local de Agua (ALA) Tumbes, en coordinación con la Autoridad Administrativa del Agua Jequetepeque Zarumilla.
Los profesionales de ALA Tumbes efectuaron la toma de muestras de agua en 16 puntos de muestreo identificados en el ámbito, para determinar si el agua del río cumple con los Estándares de Calidad Ambiental (ECA). Así también, evaluaron parámetros de campo como pH, temperatura, conductividad eléctrica, oxígeno disuelto, entre otros.
El análisis de las diferentes muestras se realizará en un laboratorio acreditado por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal) para la evaluación de parámetros fisicoquímicos y microbiológicos.
Al respecto, el administrador local de agua Tumbes, Segundo Pérez Marrufo, destacó la importancia de esta actividad de vigilancia, por considerar que contribuye a la implementación de acciones para controlar la contaminación de ríos y quebradas.
Cabe indicar que la ANA, como parte de sus acciones de control y vigilancia, monitorea frecuentemente la calidad de las principales fuentes de agua para prevenir, mitigar y controlar el impacto negativo que generan las actividades productivas y poblacionales.