EN LOS PRIMEROS 100 DÍAS DE EMERGENCIA, LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA EJECUTÓ 79 INFORMES Y ENCONTRÓ VARIAS SITUACIONES ADVERSAS EN EL SISTEMA SANITARIO
Por: Manuel Arselles.
El nuevo coronavirus ha mostrado deficiencias en el sistema de salud pública de Tumbes. En los primeros 100 días del estado de emergencia sanitaria, la Contraloría General de la República ejecutó 79 informes, entre control concurrente, orientación de oficio y visita de control, detectando irregularidades en el manejo de los recursos, los mismos que fueron transferidos a diferentes niveles de gobierno.
Según el Informe de Gestión de Control Gubernamental en la Emergencia Sanitaria, la región de frontera recibió S/ 54’819,036 para afrontar la expansión del virus. Sin embargo, en dicho periodo no se evidenció una mejora sustancial del servicio médico y la capacidad de reacción de las autoridades para frenar el aumento de casos positivos.
Según nuestras fuentes, muchos pacientes fallecieron por la carencia de oxígeno medicinal, quienes estaban internados en el Hospital Regional de Tumbes (HRT). Por ello, ante la necesidad de salvar vidas, los parientes se arriesgaron para adquirir un balón de 10 metros cúbitos en la frontera por el bajo costo. La mayoría fueron detenidos por la Policía.
Por ende, la Contraloría alertó un riesgo de desabastecimiento de este insumo porque no se había establecido un plazo para la orden del servicio de mantenimiento correctivo de la planta de oxígeno medicinal, encontrándose la contratación en estado de “pendiente de realización”. Además, los requerimientos se solicitaban con poco tiempo de anticipación y cuando la cantidad ya es mínima.
Los pacientes fueron afectados con notoriedad, pero el personal médico y asistencial sufrieron el abandono de las autoridades porque no les abastecían con los equipos de protección personal. Una serie de denuncias se publicaron porque utilizaban por 15 días una mascarilla quirúrgica y, por ello, se encontraban el alto riesgo de contagio de covid-19.
Desde el 23 de abril hasta el 6 de mayo, se ejecutaron dos servicios de control en el HRT y se identificaron 7 hechos adversos relacionados a la capacidad de respuesta, protocolos, infraestructura, equipos de protección y pruebas rápidas.
Lo alarmante fue que, durante los 100 días de estado de emergencia, no se aplicaron pruebas de descarte al personal del nosocomio de manera periódica, tal como lo estableció el Ministerio de Salud (Minsa), desconociéndose en tiempo real el número de contagios de covid-19. Según los médicos, quienes sufrían de los síntomas, recién eran tamizados y, según el resultado, se tomaban medidas respectivas.
Contraloría detectó la ausencia de un médico en triaje de área covid-19, pese a existir programación de turnos y no se había separado la Sala de Aislamiento con la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Dicha división era solicitada por los mismos médicos, pero demoraron en ejecutarla.
No solo los pacientes y ciudadanía en general estaban en alto riesgo de contagio de covid-19. Los más de 1,078 reos del penal de Puerto Pizarro estaban expuestos a la enfermedad porque se identificó la carencia de mascarillas tipo N95 y medicinas esenciales para el tratamiento de la enfermedad.
Además, no se encontró un área de triaje, evaluación clínica y espacio diferenciado para pacientes con problemas respiratorios. Otro problema que Contraloría detectó que no había un electrocardiógrafo y un desfibrilador externo automático.
Incluso, cuando un reo mostraba problemas respiratorios, era evacuado en una unidad de alta seguridad y no en una ambulancia porque el centro penitenciario no cuenta con esta unidad médica. Hasta la fecha, más de 220 internos se contagiaron de covid-19.
Por otro lado, la Policía estuvo expuesta en todo momento al contagio masivo. Contraloría detectó un desabastecimiento de mascarillas y guantes en la comisaría de Zarumilla. En aquellos días que recibían los EPP, no se registraba el número de los implementos y muchas veces los agentes del orden no estaban protegidos.
Sin duda, el nuevo coronavirus desnudó el sistema sanitario de Tumbes, afectando notoriamente la salud de los pacientes, muchos de ellos murieron hasta en sus domicilios. Hace unos días, el director regional de Salud, Harold Burgos Herrera, manifestó que el departamento aún continúa en la primera ola de contagios y los casos seguirán incrementándose con el pasar de los días.