Después de ocho meses, el ciudadano de nacionalidad venezolana, Pedro Valenzuela, obtuvo la patria potestad de su nieto de 8 meses de edad.
El menor de edad permaneció en un hogar de acogida luego de la muerte de la joven migrante Sthepanye Fransheska Valenzuela Bastidas.
El cuerpo de la mujer, de 22 años, fue encontrado en la vía Arenillas-Huaquillas el 26 de abril, dos días antes ella habría salido del refugio de migrantes de Huaquillas a realizar la compra de una fórmula infantil y dejó a su hijo con una pareja de coterráneos suyos que también permanecían en esta área.
Antes de su muerte la joven encargó a su hijo con dos compatriotas, quienes al enterarse de su fallecimiento cruzaron la frontera hacia Perú, por el distrito de Aguas Verdes.
Después de unos días entregaron el bebé a la Policía de Lima, en Perú, que coordinó con su similar de Ecuador la entrega, que se dio en el Cebaf.
La Junta Cantonal de Huaquillas, dictó una medida de acogimiento familiar, asumida por un Programa del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
FUE ABANDONADA EN LIMA
Una vez conocida la muerte de la joven madre, estos ciudadanos llevaron al bebé hasta Lima, pero el niño fue abandonado en un destacamento policial en el mes de mayo y luego fue entregado por las autoridades ecuatorianas a una pareja hasta que aparezca algún familiar.
El conocer el fallecimiento de su hija fue un shock para Pedro Valenzuela y Marisela Bastidas.
Pero al conocer que tenían un nieto, Valenzuela salió de su natal estado de La Guaira y viajó a Ecuador por vía terrestre.
“Cuando recibí la noticia de la muerte de mi hija se hizo difícil la salida de mi país debido a que allá tenemos una semana de restricción que no se pueden movilizar las personas y una semana de flexibilización pero lamentablemente en ese período se me hizo imposible pero luego conseguí un transporte, atravesé toda Colombia hasta llegar a este país”, expresó.
Dato
Sthepanye Fransheska Valenzuela salió de Venezuela 3 años antes de ser asesinada y estuvo en Colombia, luego en Perú y finalmente en Ecuador, específicamente en Guayaquil.
La última vez que su familia supo de ella en enero de 2021, a través de una llamada telefónica realizada por una amiga que les dijo que Sthepanye estaba bien.