Morir de sed teniendo tanta agua. Desde hace dos meses los caseríos de Oidor, Casablanqueada y Carretas en el distrito de San Jacinto, sufren el abastecimiento de agua en plena pandemia de la COVID-19.
Por su parte, el alcalde del centro poblado de Casablanqueada, Jenner Cornejo Luna manifestó que el Ministerio de Vivienda a través de núcleo ejecutor, en este año, se realizaron trabajos en el lugar que se capta el agua del río; sin embargo, antes de beneficiar a la población ahora se ven perjudicados.
AGUA POR CISTERNAS. Cornejo Luna dijo que viene realizando las gestiones con Agua de Tumbes para abastecer con el líquido elemento a la población.
Se nos informó que desde hace dos meses la planta de Casablanqueada que abastece a la población se encuentra inoperativa. En los sistemas de abastecimiento no hay filtros para que se elimine el plomo, el arsénico y el hierro. La población se abastece con el líquido vital sin conocer el riesgo que implica ingerir el agua que no es tratada correctamente.
AGUA CONTAMINADA.
Desde hace años los moradores de los centros poblados de Oidor, Casablanqueada y Carretas, captan el agua de forma directa del río Tumbes, pues la planta potabilizadora no realiza el proceso de la purificación de agua. Los pobladores se encuentran en peligro mortal por consumir a diario agua contaminada con minerales tóxicos como plomo, arsénico y hierro.
De acuerdo a los estudios que ha realizado la Dirección Regional de Salud (Diresa), los moradores se encuentran en riesgo, pues su periodo de vida con el paso de los años se puede acortar si continúan consumiendo el agua contaminada.
Según el informe N º 003-2017 de la Dirección Regional de Salud (Diresa), esta población puede presentar trastornos en el cerebro y en el sistema circulatorio y reproductivo. “Consumir solo agua con plomo produce que los órganos que controlan los sistemas (circulatorio y respiratorio) como los riñones y el hígado se degradan con el paso de los años”, detalla el informe.