Deficiencias constructivas, no hay publicado un horario de entrega de citas y no está implementado el ambiente de vacunación y cadena de frío
Un informe emitido recientemente por la Contraloría General de la República del Perú, a través de su Gerencia Regional de Control de Tumbes, ha revelado múltiples deficiencias y situaciones adversas en el Puesto de Salud Garbanzal, perteneciente a la Micro Red Pampa Grande y bajo la gestión de la Dirección Regional de Salud de Tumbes.
Tras una visita realizada el 21 de agosto del 2025, la comisión de control constató problemas estructurales graves en la infraestructura del establecimiento. Se detectaron fisuras y grietas de gran magnitud en muros, paredes, pisos y vigas de áreas clave como consultorios de obstetricia, medicina, farmacia, vacunatorio, y unidades de seguros SIS. Las grietas cursan en dirección horizontal, vertical y diagonal, incluyendo la unión crítica entre vigas y columnas, lo cual compromete la estabilidad y seguridad del edificio. Asimismo, las puertas de acceso presentan deterioros severos, como apolillamiento y ausencia de chapas, y algunas áreas esenciales carecen incluso de grifos de agua, como el área de tópico. Estas condiciones representan un riesgo serio para la integridad tanto del personal sanitario como de los pacientes, afectando la calidad y seguridad de la atención prestada.
Además, se detectó un almacenamiento inadecuado de equipos médicos y otros materiales en ambientes no aptos, incluyendo el baño del consultorio de obstetricia y el baño para personas con discapacidad, donde se encontraron instrumentos médicos y útiles de limpieza almacenados conjuntamente con otros elementos peligrosos como balones de oxígeno y extintores. Inclusive un área destinada para la sala de espera ha sido ocupada con objetos apilados, obstaculizando así los espacios destinados a la atención.
El informe también señala que el Puesto de Salud Garbanzal no tiene publicado un horario visible y accesible para la entrega de citas por consultas externas, incumpliendo las normativas que obligan a garantizar acceso transparente a la información para los usuarios. Solo se encontró pegado un horario dentro del consultorio de medicina, lo que limita el acceso oportuno y completo de la población a los servicios de salud. Asimismo, se constató que el 50% de las atenciones a casos de urgencias y emergencias terminan siendo referidas a otros establecimientos, un porcentaje que supera ampliamente el límite aceptable del 5%, lo que refleja una limitada capacidad resolutiva del puesto de salud.
Respecto al área de vacunación y cadena de frío, el informe advierte faltas relevantes de infraestructura y equipamiento. No existe un ambiente exclusivo para la vacunación, pues dicho espacio se comparte con el área de Control de Crecimiento y Desarrollo (CRED), y el lavadero disponible es de cerámico, no quirúrgico. La falta de mobiliario adecuado como coche de curación, dispensadores de papel y jabón operativos y contenedores para desechos biocontaminados pone en riesgo la calidad del proceso de vacunación. En cuanto a la cadena de frío, no cuenta con equipo contra incendios ni generador eléctrico que garantice el suministro continuo de energía, elementos cruciales para la conservación segura de las vacunas.
El informe subraya la importancia de adecuar las instalaciones y mejorar la gestión del Puesto de Salud Garbanzal para proteger la integridad de las personas y garantizar la continuidad y calidad del servicio. Las normativas vigentes en el país, incluyendo el Reglamento de Establecimientos de Salud y el Reglamento Nacional de Edificaciones, exigen condiciones de seguridad física, higiene, funcionamiento y accesibilidad de la infraestructura sanitaria, aspectos que actualmente no se cumplen en este establecimiento.
La Contraloría ha dispuesto la remisión de estas observaciones a la Dirección Regional de Salud de Tumbes, instando a implementar acciones correctivas y preventivas en un plazo máximo de cinco días hábiles a fin de revertir estas situaciones adversas y asegurar el cumplimiento de los estándares mínimos exigidos para la atención sanitaria en el primer nivel de salud.