Tras amenazas de protestas vecinales
Después de más de tres años de ausencia, la ambulancia del Puesto de Salud de Casa Blanqueada volvió a su establecimiento en el distrito de San Jacinto, Tumbes, tras la presión ejercida por los pobladores, quienes amenazaron con realizar protestas en demanda de la recuperación del vehículo médico.
La ambulancia había sido trasladada en 2021 durante la pandemia de COVID-19 al centro de salud de San Jacinto debido a la inoperatividad de la unidad en dicho establecimiento, cuya reparación implicaría un costo superior a los 30,000 soles. Este traslado perjudicó a los habitantes de las zonas rurales, desde el caserío de Oidor hasta Rica Playa, quienes, ante emergencias, debían esperar mayor tiempo para ser trasladados al hospital José Alfredo Mendoza Olavarría (JAMO) en Tumbes. Posteriormente, la ambulancia fue asignada temporalmente al centro de salud de Corrales.
La situación generó molestias entre los residentes de Casa Blanqueada y zonas aledañas, quienes advirtieron a la Dirección Regional de Salud (DIRESA) de Tumbes que iniciarían protestas si la ambulancia no retornaba a su establecimiento de origen. Ante esta presión, las autoridades de salud decidieron devolver el vehículo al Puesto de Salud de Casa Blanqueada.
En declaraciones a los medios locales, los vecinos afirmaron que no permitirán que la ambulancia sea trasladada nuevamente a San Jacinto o Corrales. Además, señalaron que el alcalde de San Jacinto, Rosendo Lavalle Oviedo, debería gestionar la asignación de una ambulancia para el centro de salud de su distrito, y manifestaron la necesidad de que las autoridades prioricen la salud y bienestar de la población local.