La violencia de los combates en el estado venezolano de Apure (fronterizo con Colombia) no deja de crecer y la Fuerza Armada, que combate a disidentes de las FARC, se vio obligada este martes a enviar más efectivos, mientras se expande un manto de opacidad que ha llevado incluso a no hacer público el número de bajas.
Las rendijas de información en la zona las abren las diferentes organizaciones que trabajan sobre el terreno y que facilitan datos, casi siempre incompletos, pero que se consolidan con pequeñas informaciones oficiales.
EFE