Las autoridades estadounidenses detuvieron a Darius Sessoms, de 25 años de edad, por presuntamente asesinar a Cannon Hinnant, de cinco años. El suceso ocurrió el pasado domingo en Carolina del Norte, Estados Unidos, delante de las dos hermanas mayores de la víctima.
Según narraron los vecinos, Sessoms vivía en casa contigua a la de la familia Hinnant y corrió por el césped hacia el niño y le disparó en la cabeza a quemarropa. El pequeño jugaba con su bicicleta en el patio, mientras era acompañado por sus dos hermanas de siete y ocho años.
Los testigos confesaron a Daily Wire que el padre del niño gritó después del disparo y se apresuró a abrazar a su hijo sangrante. El niño fue trasladado de urgencia a un centro de salud cercano, pero los paramédicos declararon su muerte poco después.
Tras el supuesto asesinato, Sessoms abordó un vehículo negro y las fuerzas de seguridad no lo lograron detener hasta el lunes. El sospechoso fue llevado a los calabozos, donde se encuentra detenido sin derecho a fianza, tras ser acusado de asesinato en primer grado.
En la audiencia judicial de la mañana del martes, 11 de agosto, Sessoms rechazó que el juez le asignara un fiscal público. En ese sentido, el sospechoso aseguró que planea contratar a su propio abogado para defenderse de las acusaciones.
Vecinos conmocionados por el asesinato de Cannon Hinnant
Los vecinos se mostraron impactados por el asesinato del pequeño Cannon Hinnant, después de que un sujeto le disparara a quemarropa en la cabeza. «Nuestro vecino lo vio. Ella dijo que él (Sessoms) simplemente se acercó al niño que estaba sentado en su bicicleta», dijo un ciudadano.
“Simplemente no entiendo por qué lo hizo”, agregó el vecino. “¿Cómo puedes acercarte a un niño a quemarropa, ponerle una pistola en la cabeza y dispararle? ¿Cómo puede alguien hacer eso?”, expresó otro de los vecinos.
Según los informes de policía, Sessoms no era un extraño para la familia Hinnant; el viernes, dos días antes del asesinato, cenó en el hogar de la víctima. Además, las fuentes afirmaron que el sospechoso estaba en casa de Cannon la tarde anterior al tiroteo.
Usuarios en las redes sociales exigieron que se le dieran cobertura al asesinato, a la vez que solicitaban justicia por lo ocurrido. Señalaron que Cannon Hinnant era un niño que amaba montar bicicleta y estar con animales. El pequeño iba a comenzar el jardín de infantes la próxima semana.