LA TRISTE REALIDAD: «La situación del deporte tumbesino va de mal en peor», según refirieron varias personas ligadas a esta actividad que requiere de una importante inversión, tanto en la infraestructura de las instalaciones como en el apoyo que necesitan los atletas para mejorar con ello su nivel de competencia en los distintos eventos nacionales e internacionales a los que asisten.
Últimamente una frase se ha puesto de moda cuando hablamos de apoyo a nuestros deportistas, debido a que en todas las instituciones gubernamentales de nuestra jurisdicción las autoridades siempre responden diciendo que «no hay presupuesto», esto generalmente ocurre cuando se les exige alguna ayuda para la realización de alguna actividad deportiva.
Ya se ha vuelto cotidiano ver en las calles de Tumbes a jóvenes atletas con una lata caminando para pedir la colaboración de las personas, de manera que esto les permita costear los gastos que conlleva participar en eventos deportivos en otras latitudes fuera de nuestra región, esto motivado a que generalmente nunca tienen respuesta por parte de las autoridades cuando les piden algún apoyo para participar en estos torneos.
Además de aportar múltiples beneficios físicos y psicológicos, el deporte es una potente herramienta de transformación social y una actividad formadora. El deporte desempeña un papel importante como promotor de la integración social y el desarrollo económico en diferentes contextos geográficos, culturales y políticos.
LAS INSTALACIONES: cuando hablamos de instalaciones deportivas, así como de los equipos con los que cuentan los atletas tumbesinos para realizar su entrenamiento en la región de Tumbes, nos encontramos con una situación realmente alarmante, puesto que la mayoría de losas deportivas existentes en nuestra jurisdicción se encuentran en una situación bastante deplorable, las cuales en ocasiones son utilizadas incluso para el consumo de sustancias prohibidas, dónde la práctica deportiva es una actividad que generalmente pasa a un segundo plano.
Asimismo, hemos sido testigo de la condición en la que entrenan los atletas de la halterofilia, los cuales realizan sus prácticas con equipos que se encuentran desfasados, dónde a pesar de ello, nuestros deportistas consiguen grandes logros en los eventos a los que asisten, los cuáles en muchos casos deben ingeniárselas cómo pueden para poder realizar sus entrenamientos.
EL FÚTBOL NO ES UNA EXCEPCIÓN: a pesar de que los jóvenes que se dedican a la práctica de disciplinas ajenas al fútbol siempre han manifestado que el único deporte que recibe apoyo en nuestra región es únicamente el balónpie, lamentablemente la realidad indica otra cosa, puesto que incluso los equipos profesionales tampoco tienen el apoyo que deberían para representar a nuestra jurisdicción en torneos de alto nivel de competencia, dónde recientemente hemos podido evidenciar cómo tanto Leoncio Prado y Ferrocarril tuvieron que también salir a las calles para pedir la colaboración de los tumbesinos, esto debido a que nuestra región no existe el debido respaldo por parte de las autoridades para garantizar al menos una participación digna de quienes nos representan en la Copa Perú.
EL DEPORTE UNIVERSITARIO ESTÁ EN LA MISMA SITUACIÓN: para sorpresa de muchos, el ámbito universitario tampoco es la excepción cuando hablamos de la situación que envuelve al deporte tumbesino, puesto que recientemente fuimos testigos de la protesta realizada por un grupo de jóvenes deportistas quiénes pusieron al descubierto la triste realidad de los atletas de la Universidad Nacional de Tumbes (UNT), institución que según pudimos conocer tampoco brinda el respaldo necesario para garantizar el apoyo que requieren las delegaciones que nos representan en torneos nacionales a nivel estudiantil.
EL LLAMADO A LAS PRÓXIMAS AUTORIDADES: finalmente, el llamado es a las próximas autoridades para que tomen en cuenta la triste realidad por la que atraviesa el deporte en la región de Tumbes, dónde la necesidad de apoyar a nuestros atletas y de fomentar la práctica deportiva, es seguramente uno de los más grandes retos que tendrán muchos de los gobernantes que asumirán el cargo a partir de enero próximo.