El día de ayer estuvo por nuestra región el candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo. Una multitudinaria caravana, que evidenció la escasa preocupación por los altísimos niveles de contagio del COVID19 en nuestra región, acompañó al candidato quien visitó, entre otros distritos, Pampas de Hospital, uno de los bastiones de la izquierda que ha hecho su identidad al margen de las ineficientes gestiones de sus autoridades.
«¿No que Tumbes era Fujimorista?» se escuchaba a alguien decir en los vídeos difundidos. No sorprende la cantidad de personas. A pesar de los 10,600 votos en primera vuelta (detrás de Fuerza Popular con 36 mil y el voto blanco y nulo con casi 27 mil), a estas alturas, la figura de Castillo, parece erigirse como una de las candidaturas más expectantes, a pesar de decir muy poco de su plan de gobierno y prácticamente nada del equipo técnico que lo acompaña.
Consultado, precisamente, sobre su equipo técnico o ministros clave, el candidato respondió que «el problema del Perú no pasa solamente por ministerios», agregando que eran un partido que trabajaba con un equipo sólido en sintonía con todas las regiones del país. «Lo otro (lo de los ministros) lo veremos en su oportunidad, por respeto a nuestro equipo técnico que lo ha solicitado» y saldrá «en el momento oportuno», finalizó.
En estos precisos momentos, cuando se vuelve a cuestionar su controvertida propuesta de desactivar al Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo, ofrecida en una plaza pública de Espinar (Cusco), y otras más que cuestionaban «a los ricos» por tener mansiones a costa de los pobres, o sus afirmaciones sobre la amenaza de un fraude, el lápiz ha borrado más de lo que ha podido escribir. Y tal podría ser la sensación en nuestra región, pues hasta donde pudimos apreciar, el abordaje de los temas críticos fue mínimo y no superó la generalidad de las promesas de siempre: descontaminar el río Tumbes, mejorar los servicios de salud y la educación.
Esperemos el resultado de sus intervenciones en medios, o propiciemos el debate alturado de ideas y propuestas concretas, relacionadas a nuestra región, porque Tumbes es apenas mencionado una sola vez en su plan de gobierno y solo para señalar que las tierras agrícolas que fueron entregadas en el marco del Proyecto Puyango – Tumbes, y otros proyectos más, serían recuperadas (¿expropiadas?) «en beneficio del campesinado peruano».