Leyenda del fútbol tumbesino Francisco «Pancho» Castro falleció ayer en la ciudad de Lima a los 91 años de edad dejando un dolor enorme en sus familiares y la afición que siempre lo recordará por su aporte en este deporte, fue uno de los mejores centrodelanteros que ha tenido el fútbol tumbesino, personalmente no lo vi jugar por la diferencia generacional, pero ya lo imagino hacerlo después de tantas crónicas y comentarios de conocedores de este deporte pasional que lo vieron jugar y otros que lo tuvieron como compañero y o contrincante en las canchas polvorientas del viejo y recordado coloso Mariano Sánchez.
Fue para muchos el mejor de todos en ese puesto e inclusive fue polifuncional ya que también ocupó casi todos los puestos con prestancia y calidad, era veloz y dueño de un potente disparo que lo hizo famoso en todo el norte, llegando a jugar competitivamente hasta los 42 años.
Francisco Castro Peña, conocido como «Pancho» nació un 03 de Noviembre de 1930 en Lobitos Talara pero tumbesino de corazón y crianza pues desde los 3 años vivió en Tumbes, estudió primaria en una escuela de la calle Huáscar y secundaria en el colegio El Triunfo, a los 14 años debuta en el River Plate de la segunda división, donde es goleador ese año (1944) que le valió ser llevado al Sport Tumbes, donde es el máximo goleador e ídolo histórico de este club, al cual lo hizo campeonar con sus goles en varias veces, integró la selección de Tumbes y recuerda a aquel año 1953 que por inauguración del Estadio Nacional, participaron todos los departamentos, y que tuvo una destacada participación a lado del ‘cholo’ Vargas, Abarca, ‘negro’ Feijoo, los hermanos Carlos y Antuco Vivar, ‘Goyo’ Ávila, ‘machete’ Saldarriaga entre otros.
Con el Sport Tumbes en el año 1966 participa por primera vez en un club tumbesino en la copa Perú, al lado de los hermanos Tranquilino y Eduardo Avalos, ‘cholo’ Vargas, ‘oso’ Muñoz, ‘negro’ Ortiz, Pedro Del Rosario, ‘calulo’ Ruiz, ‘zambo’ Saavedra.
Se retiró a los 42 años en un partido donde la selección de Tumbes enfrentó a Barcelona de Guayaquil en el Mariano Sánchez. Siendo aplaudido a rabiar por los miles de aficionados que abarrotaron el coloso ese día, entregando ese día la camiseta número 9 al Humberto ‘zorro’ García Ulfe, dando después la vuelta olímpica agradeciendo a los aficionados que tanto lo aclamaban.
Actualmente vive en Lima ya jubilado casado con doña Amelia Acosta Arellano con la cual tuvo 7 hijos, dedicándose muy lúcido a componer poemas y a tocar su guitarra, un verdadero crack que vivirá por siempre en los recuerdos y en las páginas deportivas de su querido Tumbes.