«Invirtiendo una aguja para sacar una barreta de oro», fue una de las frases que habrían utilizado quienes están detrás de la medida que busca sacar a Aguayo
Aquellos que promovían la suspensión del alcalde Christhian Aguayo Infante al parecer ya estaban frotándose las manos, repartiéndose obras y servicios municipales antes de siquiera concretar su golpe político. Sin embargo, la ambición desmedida los habría llevado a pelearse entre ellos, dejando en evidencia sus verdaderas intenciones.
El escándalo estalló luego de que Luis Antonio Llatance Mendoza revelara en una transmisión en vivo en Facebook cómo Paul Condori Romero, el zarumillero que solicitó la suspensión del alcalde, le ofreció jugosos servicios municipales a cambio de su apoyo. Según el abogado, no solo Condori estaba en el negocio, sino también el contratista Makanaky, quienes al parecer ya estaban negociando el futuro de la municipalidad como si fuera su empresa privada.
«Invirtiendo una aguja para sacar una barreta de oro». De acuerdo con Llatance Mendoza, viajó hasta Lima para reunirse con el teniente alcalde, supuestamente para brindarle asesoría en temas de vacancias y suspensiones. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando le ofrecieron contratos municipales como pago por su respaldo político.
Pero al parecer, los promotores del golpe no lograron ponerse de acuerdo en el reparto del botín, pues según Llatance, en una reunión con Paul Condori y el contratista Makanaky, estos le confesaron en su propia cara que estaban invirtiendo una aguja para sacar una barreta de oro. Es decir, apostaban dinero y recursos en la suspensión del alcalde con la esperanza de obtener contratos millonarios en el futuro.
Como era de esperarse, algunos empresarios de la construcción también habrían sido sorprendidos con falsas promesas y contribuyeron económicamente, pensando que asegurarían obras en la municipalidad una vez que el teniente alcalde tomara el poder.
¿Un mal reparto los separó?. En Zarumilla, los rumores han cobrado fuerza, y muchos aseguran que el verdadero motivo de la ruptura entre estos personajes fue un desacuerdo en la repartición del futuro botín. ¿Quién se quedaba con qué? ¿Cuánto valía su apoyo? Al no llegar a un acuerdo satisfactorio, cada uno habría tomado su propio camino, dejando al descubierto la farsa de su supuesto interés por el bienestar del pueblo.
Ahora, se comenta que Condori, Makanaky y el teniente alcalde tendrán que devolver lo que habrían recibido, pues la estrategia fracasó rotundamente. Recordemos que el pedido de suspensión del alcalde Christhian Aguayo Infante fue rechazado por seis regidores, mientras que solo tres votaron a favor, lo que deja al burgomaestre en su cargo, al menos por ahora.
Sin embargo, las dudas siguen latentes. Hasta el momento, ninguno de los implicados ha salido a desmentir estas graves acusaciones, dejando en la incertidumbre a la población. ¿Realmente todo esto fue un pleito por un mal reparto de poder y dinero? ¿Cuántos más estaban involucrados?
Lo que está claro es que en Zarumilla, las vacancias y suspensiones han sido convertidas en un lucrativo negocio, donde políticos sin escrúpulos buscan llenarse los bolsillos a costa de la inestabilidad del municipio.