Condiciones inadecuadas de almacenamiento, inconsistencias en la entrega y control de productos, deficiencias en las condiciones de los comedores populares y suspensión de subsidios económicos
Un reciente informe emitido por el Órgano de Control Institucional (OCI) de la Municipalidad Provincial de Tumbes ha revelado serias irregularidades y deficiencias en la gestión del Programa de Complementación Alimentaria (PCA) durante el presente año 2025, poniendo en riesgo la salud y seguridad alimentaria de miles de usuarios en situación de pobreza y vulnerabilidad en la región.
El reporte oficial, resultado de una visita de control realizada entre el 14 y el 18 de julio de 2025, apunta a cinco principales situaciones adversas que afectan el desarrollo efectivo del programa descentralizado administrado por la municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS).
Condiciones inadecuadas de almacenamiento. Uno de los hallazgos más preocupantes tiene que ver con el almacenamiento de los productos alimenticios que se destinan al PCA. El informe indica que los almacenes inspeccionados presentan condiciones sanitarias deficientes, incluyendo temperatura y humedad inadecuadas que superan los límites recomendados por la normativa sanitaria vigente.
Por ejemplo, en uno de los almacenes se registró una temperatura ambiental de 29.8°C y una humedad relativa del 63%, cuando las directrices exigen no superar los 21°C y una humedad máxima del 60%. Además, los ventiladores instalados para controlar estas condiciones se encontraban apagados y en mal estado, y se detectaron también residuos de insecticidas en contacto con alimentos como arroz y harina de plátano, lo que representa un riesgo para la inocuidad de los productos.
Esta situación vulnera las normas técnicas de almacenamiento dictadas por el Ministerio de Salud, particularmente la NTS N° 114 y la Resolución Ministerial Nº 749-2012, que exigen ambientes limpios, ventilados y libres de contaminantes para preservar la calidad y seguridad de los alimentos entregados a la población.
Inconsistencias en la entrega y control de productos. Otra problemática que afecta la integridad del programa es la falta de control adecuado en la distribución de los alimentos. El informe detectó que ciertos productos devueltos a los almacenes por no ser entregados a algunos comedores presentan discrepancias entre las cantidades reportadas por el almacén y las registradas por la Subgerencia de Programas Sociales.
Estas irregularidades desembocan en un control deficiente del ingreso y salida de alimentos, agravado por tarjetas de control visibles (documentos que registran stock y movimientos) desactualizadas o incompletas. La falta de registros exactos pone en duda la trazabilidad de las raciones entregadas y puede facilitar la pérdida o mal uso de los recursos.
Además, el informe advierte diferencias entre el stock real encontrado en los almacenes y los reportes oficiales, lo que genera una incertidumbre sobre la cuantía y calidad de los alimentos que realmente disponen los comedores populares atendidos por el programa.
Deficiencias en las condiciones de los comedores populares. La situación no mejora en los locales donde se preparan y distribuyen los alimentos a los beneficiarios. La inspección de varios comedores en la provincia evidenció que estos espacios no cuentan con condiciones adecuadas para garantizar la higiene, seguridad y preservación de la inocuidad alimentaria.
Los comedores visitados tienen problemas estructurales como techos con filtraciones, paredes con rendijas que permiten el ingreso de roedores y otros animales, iluminación deficiente y ausencia de sistemas seguros de cerraduras. En un caso, un comedor incluso prepara y sirve alimentos completamente a la intemperie, exponiendo los productos a moscas y otros contaminantes.
Además, el personal encargado no cumple con las buenas prácticas de manipulación de alimentos, utilizando mascarillas, protectores de cabello ni manteniendo medidas básicas de higiene, lo que aumenta los riesgos sanitarios para quienes dependen de estas raciones.
Falta de acciones municipales para mejorar las condiciones inadecuadas de los ambientes de los comedores del PCA. La Municipalidad Provincial de Tumbes no ha tomado medidas para corregir las condiciones inadecuadas en los locales donde funcionan los comedores del Programa de Complementación Alimentaria.
La mayoría de los comedores funcionan en espacios que son parte de casas habitación y no están debidamente aislados, presentando paredes colindantes con otras viviendas, lo que afecta la higiene y el control sanitario.
Los locales presentan rendijas, grietas y espacios abiertos que permiten el ingreso de roedores, insectos y otros animales, poniendo en riesgo la calidad e inocuidad de los alimentos.
Se encontraron techos con filtraciones, paredes con daños visibles, puertas y ventanas en mal estado o sin sistemas adecuados de seguridad (cerraduras deterioradas o inexistentes), y mala iluminación en los ambientes.
En algunos casos, como en el distrito de Corrales (Comedor Señor de los Milagros), la preparación y distribución de los alimentos se efectúa al aire libre, exponiendo los alimentos a contaminantes externos como moscas y polvo.
El personal encargado de preparar y servir los alimentos no cumple con medidas mínimas de higiene, como uso de mascarillas, protectores para el cabello y ausencia de objetos personales que pueden contaminar los alimentos. Se evidenció que no se usan mascarillas ni protectores de cabello en varios comedores visitados.
Suspensión de subsidios económicos a comedores. Un factor crítico que podría terminar por colapsar el programa es la falta de entrega de los subsidios económicos a los comedores populares, situación documentada en el informe y que afecta directamente la capacidad de estos centros para operar de manera eficiente.
El incumplimiento en la transferencia de estos fondos implica que dichos comedores podrían tener que suspender sus servicios o reducir la cantidad y calidad de los alimentos brindados, incrementando la inseguridad alimentaria de una población ya vulnerable.
Esta omisión no solo amenaza la continuidad del servicio, sino que también puede provocar malestar social, protestas y conflictos comunitarios, pues muchos usuarios dependen únicamente del PCA para su alimentación diaria.
El Programa de Complementación Alimentaria, financiado por el MIDIS y gestionado localmente, cuenta para este año con un presupuesto asignado superior a los 3.8 millones de soles, destinado a comedores, ollas comunes, y la atención especializada para pacientes con tuberculosis y sus familias.
El PCA atiende a más de 8,600 usuarios en la Municipalidad Provincial de Tumbes a través de 183 comedores y ollas comunes, a lo que se suman casi 80 usuarios más en centros de atención de PANTBC. La importancia de preservar este programa y garantizar su correcto funcionamiento es vital para asegurar la nutrición y bienestar de los sectores más desfavorecidos.

