Director de Caminos cuestiona a Provías Nacional por una obra “pésima” en la Panamericana, pero se olvida que la avenida Belaunde Terry la dejaron una porquería.
En el colmo de la conchudez, funcionarios de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones de Tumbes (DRSTC) han salido al frente para criticar duramente la obra ejecutada por Provías Nacional en el sector El Piojo II, ubicado en la Vía Panamericana. El ingeniero Nick Zárate Espinoza, Director Ejecutivo de Caminos, calificó los trabajos como «pésimos», encendiendo la polémica con declaraciones que rozan la ironía.
“Nosotros no intervenimos porque es una vía nacional, solo nos encargamos de las vías departamentales. Pero como somos tumbesinos, no podemos permitir que se haga de esta manera”, declaró Zárate en una entrevista. Según explicó, elaborarán un informe dirigido al gobernador regional, quien a su vez deberá elevar la queja a Provías Nacional.
Sin embargo, la indignación mostrada por la Dirección Regional de Transportes contrasta con la realidad de sus propias obras, varias de las cuales han sido duramente cuestionadas por la Contraloría General de la República, que incluso ha identificado presuntos hechos de corrupción en proyectos bajo la gestión del propio director regional, Nick Rojas Prescott.
Una vergüenza llamada “Belaunde Terry”. Un caso emblemático de los desastres ejecutados por esta dirección regional es la avenida Belaunde Terry, en el centro poblado Andrés Araujo, que fue intervenida supuestamente para mejorar la transitabilidad. No obstante, hoy luce peor que antes, con huecos por doquier, rajaduras visibles, paños de asfalto que se parten y deformaciones que ponen en riesgo la seguridad de los conductores y peatones.
Lo más grave es que esta obra ya fue recepcionada oficialmente, es decir, está formalmente concluida, pese a que su estado es deplorable. La ejecución de esta vía fue duramente observada por la Contraloría, que documentó deficiencias técnicas, materiales de baja calidad y posibles irregularidades contractuales.
La indignación de la Dirección Regional de Transportes frente a las deficiencias de Provías puede ser válida, pero pierde toda legitimidad cuando su propio récord está manchado por gestiones igual o más deficientes. Es más, los transportistas locales han denunciado repetidamente la mala calidad de obras regionales, que lejos de solucionar problemas, los agravan.
Si el gobernador regional recibe el informe prometido por Zárate, también debería pedir cuentas sobre el estado de las obras realizadas por su propia dirección de transportes, empezando por Belaunde Terry, pero sin dejar de lado otros proyectos que han despertado serias sospechas y malestar entre la ciudadanía.