Agentes de diferentes unidades llegaron hasta el sector La Alborada para desalojar a más de 300 familias quienes habían tomado posesión del lugar por segunda vez.
Esta vez los agentes llegaron desde tempranas horas de la mañana, los cuales solo recibían orden del supuesto encargado del terreno, quien en todo momento lanzaba improperios hacia los invasores.
Algunos ciudadanos manifestaron que lo que estaban haciendo era algo ilegal, ya que no se contaba con un juez ni un fiscal de prevención de delito, lo que a su criterio son elementos fundamentales para este tipo de intervenciones.
Una madre de familia quien se había posicionado ya más de un mes junto a otras familias, solo miraban como el tractor de oruga tumbaba sus casas, viviendas provisionales que habían edificado realizando gran esfuerzo.
Como se recuerda la primera vez que realizaron el desalojo en dicho sector, hubieron detenidos e incluso un agente de una unidad especializada agredió a un menor de edad, tirando puñetes y patadas, donde la autoridad competente de la Inspectoría, no hizo nada con respecto al mal proceder del efectivo policial.

