Su pequeña le suplicó: “papi no nos mates”
Una valiente madre se salvó de morir junto a sus pequeños, después de que su ex pareja, a quien, denunciado en reiteradas ocasiones por agresión, llegó ebrio hasta su hogar e intentó incendiar el inmueble con ella y sus hijos adentro.
Eran aproximadamente la 1:00 de la madrugada cuando Luis Ismael Morales Noblecilla, llegó a la vivienda donde la joven madre comparte con sus pequeños, cerca al cementerio de Pampa Grande, forcejeando la puerta para ingresar y agredir a Priscila Barranzuela Jiménez.
Después de golpearla, comenzó a rociar gasolina en los colchones amenazándolos con prender fuego a los enseres, en medio de la bulla y golpes propinados por el agresor los tres pequeños despertaron desesperados para defender a su madre que yacía en el suelo.
Fue la pequeña quien corrió y abrazó a su padre y suplicó que no los matara, quien sin importarle el llanto de su hija siguió en su intento de acabar con la vida de toda su familia. La menor corrió desesperada a pedir ayuda a sus vecinos.
Los moradores, al escuchar los gritos desesperados de los pequeños auxiliaron a la madre comenzando a perseguir al sujeto quien logró escapar entre los predios abandonados de la invasión, cerca a la vía circunvalación.
Priscila Barranzuela, con lágrimas en los ojos pide a las autoridades puedan darle protección, debido a que en ese momento llamaba a la línea 100 y a las comisarías sin ningún resultado. “Después de 30 a 40 minutos llegó un patrullero de la Policía, pero ya el hombre estaba lejos”, denunció.
Cabe mencionar, que, Priscila, ha denunciado en cuatro oportunidades al sujeto y además cuenta con medidas de protección, las que al parecer no le sirven de nada porque, su ex pareja ha intentado nuevamente atentar contra su vida y la de sus pequeños.
“Por favor, no esperen que me pase algo, sin mi que va a hacer de mis hijos y si me golpea e intenta matarme y quedo mal quien me va a ayudar para ver por mis hijos. No esperen a que me mate para reaccionar y ver mi caso”, dijo Priscila Barranzuela.
La madre se ha visto obligada a abandonar su humilde hogar y buscar refugio por sus propios medios por temor a que el padre de sus hijos les haga daño.