La indignación se ha apoderado de los vecinos de la calle Pumacahua en Pampa Grande, quienes denunciaron que, tras la reposición del servicio de agua potable luego de un corte de energía eléctrica, el agua llegó a sus viviendas con un color marrón oscuro. Esta preocupante situación genera una profunda desconfianza en la calidad del líquido que consumen cientos de familias en la zona.
Según testimonios de los afectados, este no es un hecho aislado. En reiteradas ocasiones, los vecinos han enfrentado la llegada de agua turbia a sus hogares, sin que la Unidad Ejecutora Agua Tumbes implemente acciones efectivas para subsanar el problema. “No es la primera vez que pasa esto. Ya no confiamos en la calidad del agua, y nadie da explicaciones claras”, comentó una de las vecinas afectadas.
En las imágenes captadas, se observa cómo el agua potable, que debería cumplir con los estándares mínimos de calidad, llega con un color marrón evidente, provocando preocupación y malestar entre los usuarios. Los vecinos temen que el consumo de este agua pueda representar un riesgo para su salud, especialmente para los niños y adultos mayores.
La población exige una respuesta inmediata por parte de Agua Tumbes, incluyendo una explicación detallada sobre las causas de este recurrente problema y la implementación de medidas correctivas para garantizar que el servicio cumpla con los estándares de salubridad.
Además, los vecinos han pedido la intervención de las autoridades competentes, como la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS), para supervisar y sancionar a los responsables de esta situación que atenta contra el derecho fundamental de acceso a agua limpia y segura.
Mientras tanto, los pobladores han solicitado a las autoridades locales gestionar cisternas con agua potable como medida temporal, hasta que el problema sea completamente resuelto. La calle Pumacahua y sus familias esperan que, esta vez, sus demandas no sean ignoradas.