Inversión de más de tres millones no garantiza calidad, seguridad ni vida útil
La Municipalidad Provincial de Tumbes enfrenta serias advertencias sobre la calidad y gestión de la obra de rehabilitación del colector principal de alcantarillado en la calle Bolívar, a pesar de contar con una inversión superior a tres millones de soles para la culminación del proyecto.
Un informe reciente del Órgano de Control Institucional (OCI) revela múltiples situaciones adversas que ponen en riesgo no solo la operatividad y funcionalidad del sistema, sino también la seguridad de los trabajadores y la población domiciliaria de la zona intervenida.
Obra recepcionada sin subsanar observaciones críticas. A pesar de que el comité de recepción firmó el acta de conformidad el 27 de agosto del 2025, inspecciones posteriores del OCI evidenciaron que persistían presencia de fisuras longitudinales y transversales en el pavimento rígido recién colocado, lo que podría afectar la durabilidad mínima esperada de 20 años del pavimento, poniendo en riesgo la estabilidad y funcionalidad de la vía pública.
Hay desgaste prematuro de juntas del pavimento y falta de tapas en las válvulas compuerta del sistema, lo que compromete la operación correcta del alcantarillado.
Se detectaron deficiencias estructurales y técnicas que no fueron detectadas durante la recepción de obra por el comité correspondiente, lo que refleja carencias en la supervisión y control técnico del proyecto.
Se han dado reportes de contaminación ambiental, olores fétidos por aguas estancadas y residuos sólidos en vías públicas asociadas con la obra, asunto que añade riesgos para la salud pública.
Fuertes lluvias obligaron a suspender la obra en marzo del 2025, lo que junto a la demora en el trámite y aprobación de adicionales y liquidaciones, ha dilatado la puesta en marcha total del sistema, afectando gravemente la calidad del servicio de saneamiento.
Deficiencias en la supervisión y control de la obra. El personal contratado para la supervisión incumple jornadas laborales establecidas, lo que pone en duda el control de calidad y el buen uso de los recursos públicos asignados. Además, se detectó falta de ejecución de pruebas hidráulicas fundamentales para garantizar la funcionalidad de las redes de alcantarillado.
La obra ha generado contaminación ambiental y daños en conexiones domiciliarias de agua potable y desagüe, provocados también por la intervención paralela del Gobierno Regional de Tumbes sin la debida coordinación.
Se constató ausencia de señalización y medidas mínimas de seguridad en zonas de trabajo, lo que expuso a trabajadores y transeúntes a posibles accidentes.
Estas trabas evidencian una débil gestión en las inversiones públicas destinadas a un servicio básico como el saneamiento, dejando a la población tumbesina en riesgo de continuar soportando deficiencias en la prestación del agua y desagüe, a pesar de las promesas oficiales de mejora y aumento presupuestal.