El avanzado estado de deterioro de la infraestructura, con barandas de fierro corroídas, forados en el ingreso y estructuras dañadas, ponen en riesgo a visitantes
Totalmente olvidado y en un estado alarmante de deterioro se encuentra el Malecón Tercer Milenio, una de las infraestructuras turísticas más emblemáticas de la ciudad, bajo la gestión del alcalde Hildebrando Antón Navarro.
El abandono de este espacio público ha generado la indignación de los ciudadanos, quienes observan cómo las instalaciones se deterioran día a día sin que las autoridades municipales tomen acción.
Riesgo por el desborde del río y abandono estructural. El 1 de marzo de 2025, en pleno periodo lluvioso, las intensas precipitaciones elevaron peligrosamente el caudal del río Tumbes, poniendo en riesgo la estabilidad del malecón. Esta situación llevó a que las autoridades locales ordenaran su cierre temporal ante el peligro de colapso.
Sin embargo, más allá de la amenaza climática, el malecón enfrenta una realidad aún más grave: el abandono total por parte de la Municipalidad Provincial de Tumbes.
Cualquiera que lo visita puede comprobar el avanzado estado de deterioro de la infraestructura, evidenciado en barandas de fierro corroídas, forados en el ingreso y estructuras dañadas, lo que representa un peligro latente para los transeúntes y turistas que aún se aventuran a recorrerlo.
Sin embargo, hasta el momento, la municipalidad no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre acciones concretas para su recuperación.
El Malecón Tercer Milenio fue concebido como un punto turístico clave para Tumbes, ofreciendo un espacio de recreación con una vista privilegiada del río. No obstante, el deterioro progresivo y la falta de mantenimiento han convertido lo que debía ser un atractivo turístico en un escenario de ruinas.
Visitantes y pobladores han expresado su molestia, señalando que el estado del malecón refleja la falta de compromiso de las autoridades municipales con el desarrollo turístico y la seguridad ciudadana.
A pesar de los llamados de atención y la presión de la ciudadanía, la gestión del alcalde Hildebrando Antón Navarro no ha tomado medidas concretas para atender esta problemática.