Pilar Fernández guardo silencio y no supo justificar presencia de cuestionada exautoridad y voceado candidato al GORE Tumbes
Una polémica reciente ha sacudido el grupo periodístico en Tumbes tras la cuestionable participación del exalcalde Jimy Silva Mena en la ceremonia protocolar y desfile celebrado el domingo pasado en la Plaza Mayor de la ciudad, evento protagonizado por la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) Sede Tumbes y donde estuvieron presentes autoridades. Contrario a afirmaciones difundidas en algunos medios digitales que lo calificaron de «colado» o intruso, Silva Mena asistió avalado por una invitación, pero la forma en que esta fue gestionada y aceptada ha generado fuertes críticas por evidenciar una preocupante falta de ética y transparencia.
La invitación fue cursada por Pilar Fernández, presidenta de la ANP Tumbes, quien actuó de manera unilateral y sin consulta visible a los miembros del gremio, sorprendiendo a asociados hombres y mujeres de prensa que desconocían la inclusión de Jimy Silva. Resulta absolutamente cuestionable que se haya abierto la puerta a un personaje politizado y voceado candidato al gobierno regional, figura que nada tiene que ver con la labor periodística ni representa valores democráticos ni de independencia que el periodismo debe exigir.
Cuando se le preguntó a Pilar Fernández si esta decisión fue adoptada en nombre de la directiva o a título personal, y cuál era el propósito específico de dicha invitación, su respuesta fue evasiva y limitada, restringiéndose a señalar que el evento era en el marco de los 50 años de la ANP y que decidió invitar a instituciones, autoridades y exautoridades sin detallar criterios. Ante la petición de precisar que otras exautoridades fueron convocadas, Fernández guardó silencio, dejando en evidencia una ausencia de fundamentos y transparencia en el procedimiento que favoreció a Jimy Silva.
Esta situación lamentable quedó aún más expuesta por el hecho de que la presidenta nacional de la ANP, Zuliana Lainez Otero, estuvo presente en la ceremonia.
La inclusión de un exalcalde con un pasado polémico y vinculaciones políticas evidentes, pone en entredicho la credibilidad de la ANP Tumbes y su compromiso con los principios rectores del periodismo.
Es importante destacar que la función primordial de la prensa es informar objetivamente, investigar y cuestionar al poder, entendiendo que esto implica evitar cualquier vínculo partidario o político que pueda comprometer su imparcialidad. La decisión de Pilar Fernández no solo contradice estos principios sino que además ocurre en un momento crucial a víspera de elecciones, aumentando el riesgo de conflictos de intereses y vulnerando la confianza en la prensa regional.
Pilar Fernández, próxima a dejar el cargo de presidenta de la ANP Tumbes, deja una gestión manchada por esta polémica y un sinnúmero de problemas internos que sin duda pasará a la historia como un oscuro capítulo para el gremio periodístico en la región.