Se reunió con simpatizantes y militantes de su partido “Voces del Pueblo” con miras a las próximas elecciones
El congresista Guillermo Bermejo, actualmente implicado en varias investigaciones judiciales, realizó recientemente una visita a la región Tumbes para reunirse con militantes y dirigentes sociales. En sus redes sociales, Bermejo destacó que su presencia tuvo como objetivo explicar el «programa para la patria», impulsar la demanda de una Asamblea Constituyente y escuchar las necesidades del norte del país. Sin embargo, más allá de su despliegue político, el viaje del legislador ha generado controversia debido a los graves cuestionamientos que pesan sobre su figura.
Mientras promueve una nueva Constitución y busca fortalecer a su agrupación política, «Voces del Pueblo», Bermejo enfrenta acusaciones de corrupción y de presuntos vínculos con organizaciones criminales. Uno de los casos más recientes señala que habría recibido sobornos por S/40,000 para gestionar incrementos presupuestales a favor de la Municipalidad de Huachac, en la región Junín, según la declaración de un colaborador eficaz que detalló el canal de entrega del dinero a través de su entorno parlamentario.
A estas investigaciones se suma un pedido fiscal por 7 años y 6 meses de prisión por presunta obstrucción a la justicia, acusándolo de intentar influir ilícitamente en la declaración de un testigo clave dentro de una investigación por afiliación a una organización terrorista.
Pero el tema más grave que rodea a Bermejo es su supuesto vínculo con los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAEM, una acusación que ha perseguido persistentemente su carrera política.
La Fiscalía sostiene que entre 2008 y 2009 habría acudido de modo «consciente y voluntario» a campamentos senderistas en el VRAEM para reunirse con los máximos cabecillas, recibir adoctrinamiento ideológico y entrenamiento en el manejo de armas.
Hay testimonios de colaboradores eficaces que apuntan su participación en reuniones de estrategia con líderes terroristas y lo identifican bajo alias («camarada Che»), asegurando que incluso habría recibido fondos para viajes internacionales y encuentros con las FARC en Colombia y Venezuela.
Aunque fue absuelto judicialmente en 2022 por insuficiencia probatoria, pues las declaraciones de los colaboradores no se corroboraron con otras pruebas materiales, la Fiscalía ha buscado la nulidad de esa sentencia y el proceso continúa abierto.
Previamente, Bermejo ya tenía antecedentes por detenciones vinculadas a actividades subversivas y relaciones ideológicas afines a Sendero Luminoso, aunque nunca se lograron condenas concluyentes.
Bermejo ha negado consistentemente la veracidad de estas acusaciones y alega persecución política; sin embargo, la gravedad y reiteración de las denuncias generan un profundo rechazo y desconfianza entre la ciudadanía.
La reciente visita de Guillermo Bermejo a Tumbes, marcada por su retórica política y campaña por una Asamblea Constituyente, queda ensombrecida por los serios cuestionamientos judiciales y la crisis de credibilidad que flagela al Congreso peruano, evidenciando la urgencia de mayor transparencia y rendición de cuentas en la función pública.

