Falta de mantenimiento de la infraestructura, inoperatividad de varios equipos del taller y ausencia de un sistema de drenaje
Un reciente informe de la Oficina de Control Institucional (OCI) de la Universidad Nacional de Tumbes ha puesto en evidencia serias deficiencias en la infraestructura y el equipamiento del Taller de Cárnicos de la Escuela Profesional de Agroindustrias, situación que podría afectar tanto la calidad de la enseñanza como la seguridad de los estudiantes que realizan allí sus prácticas.
La inspección se realizó entre el 17 y el 20 de junio de 2025 y tuvo como objetivo determinar si el taller cuenta con las condiciones adecuadas para el desarrollo de actividades prácticas de aproximadamente 100 estudiantes de los ciclos 3°, 5°, 7°, 8° y 9°, quienes semanalmente utilizan este espacio en cursos como Taller Industrial II, Métodos de Análisis, Procesamiento de Alimentos, Tecnología Agroindustrial y Tecnología de Lácteos y Cárnicos.
El informe detalla una situación adversa principal: la falta de mantenimiento de la infraestructura y la inoperatividad de varios equipos del taller, lo que afecta directamente el desarrollo de las actividades prácticas y la consolidación del aprendizaje de los estudiantes. Entre las deficiencias más graves se encuentra la insuficiente ventilación e iluminación, ya que el ambiente de 110 metros cuadrados y 2.5 metros de altura cuenta con ventiladores inoperativos y ventanas pequeñas, algunas rotas, que no permiten una adecuada circulación de aire ni entrada de luz natural. Además, estas ventanas colindan con otras oficinas, lo que agrava la falta de ventilación.
Otra de las situaciones críticas detectadas es la ausencia de un sistema de drenaje y de paredes y pisos de material impermeable, condiciones básicas para evitar la contaminación en la manipulación de alimentos. El sistema de gas está inoperativo, por lo que se recurre al uso de balones de gas caseros que no cuentan con válvulas de seguridad, exponiendo a los usuarios a un alto riesgo de accidentes, especialmente en equipos como hornos o ahumadores.
En cuanto a los lavaderos, el taller cuenta con dos, uno de cerámica y otro de metal, pero solo uno está operativo. El otro presenta signos de oxidación y desprendimiento de pintura, probablemente por humedad, lo que dificulta mantener los estándares de higiene necesarios en un espacio donde se manipulan alimentos. El informe recomienda la instalación de lavaderos de acero inoxidable, ya que estos son más duraderos, no corrosivos y más fáciles de limpiar.
El informe también señala desprendimiento de pintura en el cielo raso, posiblemente por filtraciones de agua, y la existencia de un tablero eléctrico sin tapa y con cables expuestos, lo que representa un grave riesgo para la seguridad de estudiantes y docentes. En cuanto al equipamiento, se constató que parte de los equipos esenciales, como cocinas y hornillas, no funcionan correctamente. Solo una de las tres hornillas está operativa y otros equipos se encuentran ubicados cerca de residuos y del tablero eléctrico, lo que incrementa el peligro en el taller.
La falta de equipos especializados, como mezcladoras, moledoras, embutidoras, cortadoras, ahumadores, empacadoras y termómetros, limita la correcta realización de las prácticas y afecta la calidad del aprendizaje de los estudiantes. Esta situación contraviene la Ley Universitaria y el reglamento interno de la universidad, que exigen infraestructura y equipamiento adecuados para el cumplimiento de las funciones académicas y de investigación.
El informe concluye que la falta de mantenimiento y la inoperatividad de los equipos afectan negativamente la formación profesional de los estudiantes, quienes no pueden realizar prácticas en condiciones seguras ni con los estándares de calidad requeridos. Por ello, recomienda a las autoridades universitarias tomar medidas urgentes para mejorar la ventilación e iluminación, instalar sistemas de drenaje, renovar paredes y pisos con materiales impermeables, reparar o reemplazar el sistema de gas y los lavaderos, corregir las deficiencias eléctricas y solucionar los problemas de humedad, además de renovar y mantener el equipamiento necesario para las prácticas.

