En diversos puntos del centro de Tumbes y aprovechándose la buena fe de las personas, vienen lucrando falsos mendigos, quienes actuando como si tuvieran una grave enfermedad o discapacidad, logran obtener dinero fácil.
Estos sujetos abundan en diversos puntos de Tumbes, en donde fingen tener algún problema de salud.
ENFERMO DE CÁNCER. Así operan los falsos mendigos para conseguir limosnas. La mañana de jueves en la primera cuadra del Paseo Libertadores, un hombre de más de 55 años de edad, quien llevaba consigo una mochila en su espalda, caminaba por el centro de la ciudad, pues aduce tener cáncer, y muestra en su mano izquierda parte que sería su intestino grueso, cubierto con una bolsa plástica, mientras en la mano derecha recibe las monedas que le entregan las personas de buen corazón y ciudadanos que se rinden por las emociones y terminan colaborando.
Sin embargo, al ser entrevistado por nuestro medio, el presunto mendigo dijo ser natural del Cantón Huaquillas – Ecuador, pero al observar que estamos filmando nos increpó, se bajó el polo rápidamente y se retiró molesto del Paseo Los Libertadores.
PRESUNTO CIEGO. En el frontis de la catedral de Tumbes, todos los días se coloca una persona que lleva puestos lentes oscuros y un bastón, pues aduce ser ciego para pedir limosna a todo transeúnte.
Igual panorama se repite en la Av. Tumbes, en donde estos sujetos aprovechan el cambio de las luces de los semáforos para pedir dinero a los choferes y pasajeros.
OPERATIVOS. Algunos comerciantes hicieron un llamado a la Fiscalía de Prevención del Delito y a la Policía con el fin que realicen operativos de prevención contra la mendicidad y comercio ambulatorio infantil y adolescente, por calles y avenidas principales de la ciudad de Tumbes.
Cabe mencionar, que la migración venezolana ha sacudido el mercado laboral peruano, pero no todos buscan un trabajo honrado. Hay quienes prefieren pedir limosna, con la historia de la pobreza, hambre, migración y extranjería.
Falta un detalle para establecer el negocio, y son los niños, que muchas veces son alquilados para establecer un oficio que constituye explotación infantil.
Estos sujetos aparentan ser personas desamparadas, curtidos en la miseria del hambre, pero en realidad son personas que han encontrado en la compasión la forma perfecta para obtener dinero fácil.

