Informe revela condiciones infrahumanas y peligrosas para miles de estudiantes
Una bomba de tiempo estalla en la educación de Tumbes, un informe demoledor del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Dirección Regional de Educación Tumbes expone la deplorable situación de seis centros educativos bajo la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) Tumbes. Este informe, titulado N° 008-2025, revela condiciones infrahumanas y peligrosas para miles de estudiantes que, a escasos días del inicio del año escolar 2025, ven amenazada su integridad y su derecho a la educación.
Escuelas en Ruinas. El informe identifica situaciones adversas que no solo amenazan el desarrollo del año escolar, sino que dejan en evidencia la nefasta gestión y la indiferencia de las autoridades frente a la educación pública. Las carencias en infraestructura, equipamiento y servicios básicos son tan graves que podrían calificarse como un atentado contra la educación y la seguridad de los estudiantes.
La inspección reveló que cinco de las seis instituciones carecen de acceso adecuado a servicios básicos como agua y desagüe, mientras que en dos instituciones la falta de alumbrado público agrava la situación. Las imágenes adjuntas en el informe muestran tanques de agua sostenidos de manera precaria sobre bases de madera infestadas de polillas y servicios higiénicos convertidos en focos de infección por la ausencia de mantenimiento.
I.E N° 054 – Fermina Campaña de Zúñiga: Un tanque de agua de plástico de capacidad irrisoria obliga a almacenar agua en depósitos improvisados y comprar a terceros. Los servicios higiénicos, destartalados y sucios, parecen sacados de una película de terror.
I.E Perú Canadá: Los baños, convertidos en un peligro para la salud, no cuentan con mallas protectoras en las ventanas, permitiendo el ingreso de animales que dejan excrementos por doquier. ¡Como si fuera poco, las divisiones entre baños de hombres y mujeres son tan bajas que comprometen la privacidad de los estudiantes!
I.E.I N° 024 – Virgen del Cisne: Un tanque de 600 litros instalado sobre una plataforma de madera deteriorada amenaza con desplomarse en cualquier momento. El riesgo para los niños es inminente y criminal.
I.E.I Señor de la Divina Misericordia: Sin acceso a desagüe público, la institución recurre a silos sanitarios, exponiendo a los niños a condiciones propias del siglo pasado. Las paredes de los baños, cubiertas de hongos y salitre, son prueba de la negligencia de las autoridades.
I.E.I N° 221 – Mi Divino Niño: Los juegos infantiles oxidados se convierten en trampas mortales para los niños. Los servicios higiénicos, sin mantenimiento ni accesorios, parecen abandonados.
I.E.I Emilia Barcia Boniffatti: La institución, rodeada de laderas y expuesta a deslaves, carece de cercos seguros. Los patios, llenos de excrementos de animales, transforman el lugar en un verdadero vertedero.
Aulas Prefabricadas en Condiciones Miserables. El caso más escandaloso es el de la Institución Educativa Mariscal Andrés Avelino Cáceres, donde la clausura de un pabellón por riesgo de colapso ha dejado a los estudiantes sin aulas suficientes. Las aulas prefabricadas, construidas con triplay y techos de calamina, no son más que jaulas de calor y peligro para los estudiantes.
El pabellón clausurado presenta fisuras profundas y vigas corroídas, mientras las aulas provisionales colindan peligrosamente con esta estructura, exponiendo a los estudiantes a un colapso inminente.
A pesar de las promesas del Gobierno Regional de instalar módulos prefabricados y baterías de baños, a la fecha no se ha cumplido ni una sola de las promesas.
La falta de espacios obliga a implementar turnos dobles, exponiendo a los estudiantes a jornadas interminables y extenuantes.
Padres y Docentes Exigen Justicia. La reacción de la comunidad educativa no se ha hecho esperar. Padres y docentes han calificado la situación como un “abuso sistemático y un atentado contra el futuro de los niños”. La inacción de la Dirección Regional de Educación y la UGEL Tumbes frente a las advertencias constantes es interpretada como una complicidad descarada con el deterioro educativo.
El OCI ha dado un plazo máximo de cinco días hábiles para que estas entidades informen sobre las acciones correctivas adoptadas. Sin embargo, el historial de promesas vacías y la falta de voluntad política auguran más engaños y menos soluciones.