Los responsabilizó de la inseguridad desbordada en la región
En medio de una preocupante ola delictiva que incluye el uso de explosivos en Tumbes, el regidor provincial Marco Gandarillas lanzó fuertes críticas contra las autoridades locales y regionales, a quienes responsabiliza por la paralización del sistema de seguridad ciudadana. Según explicó, cuando estuvo a cargo del área de seguridad se dejaron operativas las 26 cámaras de videovigilancia de la ciudad, pero actualmente solo 10 funcionan, dejando a los ciudadanos en alta vulnerabilidad.
El funcionario reveló que el deterioro se debe a la falta de mantenimiento y que el expediente técnico para la reparación lleva dos años estancado en trámites burocráticos dentro de la municipalidad, sin avances. Gandarillas advirtió que esta situación refleja una negligencia evidente.
El regidor calificó al gobernador regional como alguien “mal de la cabeza” e irresponsable en su manejo de la seguridad, criticando la ausencia de un plan coherente y ridiculizando la supuesta estrategia que el gobernador habría venido desde su juventud en el ejército.
Asimismo, cuestionó la falta de liderazgo del alcalde de Tumbes para enfrentar la crisis, manifestando que, pese a las conversaciones sostenidas, no se observan acciones efectivas ni respuestas a los pedidos para impulsar las labores de seguridad.
Aunque reconoció el esfuerzo del general a cargo para limpiar la casa, denunció la corrupción interna de la institución policial, con altos oficiales presuntamente vinculados a bandas criminales, lo que ha facilitado el crecimiento del crimen organizado.
Marco Gandarillas concluyó que la situación requiere urgentemente de un trabajo consciente y coordinado de las autoridades y un liderazgo multisectorial, algo que actualmente no existe en Tumbes.