Los almacenes de los residuos hospitalarios están abarrotados
El mal almacenamiento de residuos hospitalarios ha provocado que los gallinazos sobrevuelen por los almacenes del hospital regional de Tumbes, a escasos metros donde niños con habilidades diferentes realizan sus diversas terapias físicas.
Un usuario hizo llegar a sala de redacción, la grave contaminación que se estaría generando tras estar abarrotados los almacenes, lo que ocasiona que bolsas rojas y negras se encuentres ubicadas en los exteriores del local, provocando que sean rotas por estas aves.
En el video se aprecia como las bolsas rojas sobresalen del almacén dejando que los gallinazos se acerquen, sin que exista un vigilante o un encargado que se asegure de que los residuos hospitalarios no sean manipulados por animales o personas.
Sin embargo, cerca al lugar los pacientes que acuden con sus menores de edad o adultos mayores a realizan alguna terapia física o de lenguaje deben pasar por el lugar para ser atendido, no solo teniendo que presenciar con estos animales destrozas las bolsas contaminadas, sino también los fuertes olores que se liberan.
Cabe mencionar, que, durante esta gestión se evidenció un hecho similar, siendo obligados junto a fiscalía de prevención del delito y consejeros regionales a dar solución inmediata; sin embargo, al parecer, la situación ha empeorado en el hospital Jamo II-2.
Precisar que, en conteiners y muy cerca a los almacenes se atiende a pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos, cuyos familiares deben esperar por respuesta del estado de salud a escasos metros de la grave contaminación.
El caos empeora frente a la mirada complaciente de las autoridades, quienes al parecer, ahora solo estarían enfocados en realizar campañas publicitarias para el candidato político que los llevó a gobernar, olvidando una vez más al pueblo.
La población ha solicitado la inmediata intervención de los entes reguladores ya que es un grave atentado contra la salud de las personas que se encuentran en recuperación y por los familiares de los enfermeros que deben soportar no solo zancudos, sino también moscas y gallinazos.