Ni los muertos pueden descansar en paz en plena pandemia por el nuevo coronavirus. El camposanto Covid – Tumbes se estaría convirtiendo en uno de los lugares elegidos por los delincuentes, quienes ahora optan por robar adornos, cruces, imágenes y otros enseres que los familiares dejan a sus difuntos como una forma de mantenerlos vivos en sus corazones.
Familiares denuncian que amigos de lo ajeno se han llevado floreros, plantas, calaminas, cruces fieros, palos, hasta flores. Sin embargo, hasta imágenes de santos que dejan a sus difuntos en la creencia de no dejarlos solos.
Como se ha informado, los primeros fallecidos por la Covid-19 en Tumbes eran enterrados en medio del rechazo, a veces violento, de los vecinos que viven alrededor de los cementerios.
A menos de 24 kilómetros a un lado de la carretera Panamericana en la provincia de Zarumilla, a unos metros del Centro Experimental Tumpis se encuentra el llamado Cementerio Covid, un pedazo de terreno en medio de un monte tupido, que fue habilitado rápidamente por el Gobierno Regional de Tumbes cuando murieron las primeras víctimas de esta pandemia, con el fin de evitar los rechazos.
PIDEN SEGURIDAD. Los familiares de las víctimas vienen pidiendo seguridad. Estos actos se habrían perpetrado durante la madrugada en el cementerio
Hechicera visitó dicho campo santo, en donde el primer entierro oficialmente se realizó el pasado 22 de abril. Existen más de 150 personas sepultadas en dicho campo santo.

