El limón de Tumbes es un producto que empieza a ser reconocido por su cáscara delgada, fino aroma y alto grado de acidez. Tres mil hectáreas existen en esta región, de las cuales 2200 son cultivadas en el distrito de Matapalo, con prácticas en favor del cuidado del ambiente.
La vitamina C y ese sabor regional son la clave de un buen cebiche y un sudado de pescado y mariscos, donde las proteínas y los micronutrientes se combinan para un almuerzo poderoso y saludable.
Aunque no cura la gripe, el consumo de esta vitamina, a través del jugo de limón (44 mg en cada 100 g de zumo), contribuye a reforzar el sistema inmunitario ante la amenaza de enfermedades infecciosas. Además, estimula el buen funcionamiento de la flora bacteriana, determinante en la salud intestinal y digestiva.
Por ello, el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma también aconseja este cítrico en la preparación de refrescos y ensaladas, para lograr la absorción del hierro de las lentejas y otras menestras.
Niñas y niños lo siembran
La Unidad Territorial Tumbes de este programa social ha impulsado durante años la habilitación de huertos en las escuelas, con el fin de que las niñas y niños cultiven sus propias hortalizas y las consuman junto a los productos que brinda Qali Warma.
Ahora, en tiempos del COVID-19, fomenta que continúen esta experiencia en sus hogares, junto a sus madres y padres. Por esta razón, las niñas y niños de colegios de Zarumilla y Pampas de Hospital están cultivando limón en sus huertos familiares.
Sus profesoras y maestros, durante sus horas de clases, les enseñan las bondades de este fruto jugoso, que brinda también fibra y minerales como el calcio, el potasio y el fósforo.