Morir de sed teniendo tanta agua. La región de Tumbes cuenta con el único río navegable de la costa peruana que sus aguas se desperdician en el mar, sin embargo, la población tumbesina no tienen agua en sus viviendas para lavarse las manos en plena pandemia por la Covid-19.
Este es el caso del distrito de San Jacinto, en donde los vecinos desde el caserío de Pechichal hasta La Peña tienen, que esperar con sus recipientes la llegada de la cisterna con el fin de llenar sus depósitos con el líquido elemento, para su aseo personal y para preparar sus alimentos. Esto se debe a que han transcurrido casi un año, y los funcionarios de Agua Tumbes no pueden adquirir dos electrobombas para la planta de agua potable del caserío de La Peña.
En declaraciones a nuestro medio, el subprefecto del distrito Esmer Armengol Zapata Socola manifestó, que el abastecimiento del agua en los caseríos de San Jacinto ya tiene varios meses. Sin embargo, su persona viene realizando las gestiones con Agua Tumbes para abastecer con el líquido elemento a la población.
Asimismo dijo que en noviembre del 2020, en una reunión con el alcalde César Joel Feijoó Carrillo y funcionarios de Agua Tumbes, estos últimos se comprometieron en comprar las dos electrobombas para la citada planta; ya que su tiempo de vida ya caducó, pero hasta ahora no se puede adjudicar dicha compra.
La autoridad política sostuvo que según información de los funcionarios de Agua Tumbes, en este mes de junio recién se adjudicaría dicha compra.
Zapata Socola concluyó diciendo que otros caseríos como Oidor, Casablanqueada y Carretas el agua que se distribuye es directamente del río, en donde no es tratada.