Desde el inicio de esta gestión se llenó bien los bolsillos, acumulando más de 140 mil soles. Ahora es precandidata de APP, le aumentaron pago mensual a 6000 soles y se da el lujo de hacer live en tiktok en horario laboral
En el escenario político peruano, la figura de Alianza Para El Progreso (APP) ha sido recurrentemente asociada con prácticas poco transparentes, donde privilegiar a los allegados por encima del interés general se ha convertido en la regla antes que en la excepción. Este modus operandi también se presentaría en el GORE Tumbes, uno de los casos sería la contratación de Britty Ethell López León, una joven ingeniera forestal y ambiental cuyo ascenso a la burocracia pública revela, casi con toda certeza, que en el sistema APP los lazos pesen más que la formación o experiencia.
Britty López, egresada en 2018 de la Universidad Nacional de Tumbes, permaneció fuera de la escena pública hasta el triunfo político de Segismundo Cruces Ordinola como gobernador regional. El salto de la invisibilidad a un puesto en la función pública no se produjo a través de un concurso abierto o mecanismos de transparencia que garanticen méritos, sino por la vía directa y discreta del favoritismo político.
Los registros públicos del portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas revelan que desde la asunción de Cruces, López comenzó a percibir remuneraciones en el Gobierno Regional de Tumbes, una relación laboral que se formalizó con su inscripción en el Registro Nacional de Proveedores (RNP) recién en el 2023. Su salario inicial fue de 4500 soles como Asistente para la Gerencia General. Pero más allá de cifras, la trayectoria de su remuneración evidencia un patrón llamativo, los pagos se fueron incrementando paulatinamente a 4800 y luego 5000 soles, para dar un salto sustancial hasta 6000 soles mensuales, aprobado por resolución gerencial general regional Nº 00287-2025, emitida por el propio gerente regional Wilmer Benítes Porras, también precandidato al Senado por APP.
Este aumento salarial, promovido estratégicamente entre agosto y octubre del 2025, coincide con la víspera a la campaña electoral, evidenciando un claro mensaje de que el beneficio económico estaría atado a la filiación política más que al desempeño objetivo o a la contribución pública. Según la resolución, Britty López asumió el rol de “Coordinadora del proyecto Mejoramiento de los servicios operativos o misionales institucionales en la sede del gobierno regional de Tumbes”, un cargo que no sólo carece de resultados públicos visibles, sino que, para muchos observadores, suena más a un título para justificar el incremento en el sueldo que a una función con impacto real en la gestión.
Lo que en el papel debería ser una labor técnica y administrativa, en la práctica parece degenerar en un papel de secretaria personal del gobernador. Su cercanía a Chicho Cruces es tan conocida que su nombre ya no puede desligarse del gobernador.
La vida pública de Britty López también exhibe una estrategia de construcción mediática cuidadosamente diseñada, no sólo aspira a la candidatura parlamentaria por APP, sino que ha comenzado a incursionar activamente en actos políticos y sociales, desde eventos deportivos hasta entregas de donaciones tratando de “humanizar” su imagen. Sin embargo, su exposición mediática incluye prácticas cuestionables, como la realización de transmisiones en vivo a través de su cuenta de TikTok, un espacio donde aborda temas superficiales y de entretenimiento para sus seguidores, pero que ha llegado a ocupar tiempo mientras está en horario laboral y en la sede del Gobierno Regional. Esta conducta genera dudas sobre su compromiso laboral y también refleja la frivolización de responsabilidades públicas a costa del erario de los tumbesinos.
La situación patrimonial de Britty López ha registrado un salto notablemente sospechoso. Se la ha visto en una moderna camioneta que, según fuentes cercanas, fue adquirida durante la gestión regional que encabeza Cruces, una muestra más de que su posición económica ha mejorado considerablemente en poco tiempo, en contraste con su trayectoria pública.
Hasta la fecha, Britty López ha recibido más de 140 mil soles de la gestión de Segismundo Cruces, pero no sabemos de que forma los justifica con algún aspecto relevante de su labor.
En el fondo, esta no es sino una página más en el libro de escándalos que envuelven a Alianza Para El Progreso, cuyo líder nacional, César Acuña Peralta, se encuentra envuelto en múltiples investigaciones por presuntos actos de corrupción, colusión y nepotismo. El caso de Tumbes, con la figura de Britty López al centro, no hace más que confirmar el patrón utilizado por APP para perpetuarse.
Tumbes, y el Perú en general, están frente a la encrucijada de decidir si quieren un sistema político al servicio del pueblo o de grupos políticos y sus allegados.