Auditores visitaron centros médicos de Tumbes y Contralmirante Villar que atienden a más de 34 mil habitantes
La Contraloría General evidenció que existe desabastecimiento de productos farmacéuticos y dispositivos médicos en la Dirección Regional de Salud Tumbes (DIRESA) lo que genera el riesgo de afectar el tratamiento oportuno de los pacientes y la prestación del servicio de salud a los pobladores de las provincias de Tumbes y Contralmirante Villar.
En el Informe de Visita de Control n.º 007-2025-OCI/0827-SVC se alerta que el puesto de salud San Isidro tenía 11 medicamentos desabastecidos, los cuales eran necesarios para tratamientos a los huesos, músculos, sistema nervioso, corazón, infecciones bacterianas y de garganta, para más de 4.3 mil habitantes.
De igual forma, en el centro de salud Pampa Grande hay desabastecimiento de 29 productos farmacéuticos para el tratamiento de bronquitis, infecciones de la piel, oídos, por hongos, úlceras, etc. Además, en el almacén de farmacia hay cajas con material médico en contacto con el suelo y están ubicadas en un tercer piso, lo que dificulta el acceso, tampoco tienen extintor. Cabe resaltar que este centro atiende a 17.7 mil usuarios.
En total, la comisión de control verificó 28 tarjetas de control visibles que evidencian desabastecimientos que oscilan entre 5 y 365 días, según los registros. Esta situación no solo compromete tratamientos inmediatos, sino que también pone en riesgo la salud pública al obligar a la atención médica a improvisar soluciones o suspender tratamientos.
Asimismo, el centro de salud de Cancas, que atiende ocho mil personas, hay desabastecimiento de seis medicamentos para el tratamiento común de dolor y malestar por infecciones bacterianas, niveles bajos de corticosteroides y varicela. En adición, la temperatura del área de farmacia era superior a la recomendada (más de 31°), lo que podría afectar la conservación, calidad y eficacia de los productos y había cajas de medicinas en el suelo. El grupo electrógeno está inoperativo y no recibió mantenimiento pese a haber sido solicitado a la Dirección de Salud.
La aguja desabastecida, usada comúnmente para inyectables en niños, no contaba ni siquiera con tarjeta de control visible, reflejo de la precariedad administrativa del centro.
En el puesto de salud Acapulco, que atiende a más de cuatro mil habitantes, se constató que había dos medicamentos básicos desabastecidos: amoxicilina e ibuprofeno, los cuales tenían 71 y 131 días sin ser repuestos. Adicionalmente, no contaban con termómetro operativo en el ambiente de farmacia, no tenían extintor y había cajas de medicamentos en contacto directo con el suelo.
Deficiente conservación de productos farmacéuticos. A la problemática del desabastecimiento se suma una segunda situación crítica: el riesgo en la conservación de los productos médicos existentes. La comisión de control identificó instalaciones sin ventilación adecuada, productos almacenados sin refrigeración cuando la norma lo exige y espacios compartidos con insumos no médicos, contraviniendo lo dispuesto por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID).
En varios centros se observó que las farmacias carecen de termómetros y registros de temperatura, se almacenan medicamentos en anaqueles oxidados o con polvo acumulado. Las condiciones de almacenamiento podrían alterar la eficacia y seguridad de los fármacos aún en stock.
Esta deficiencia agrava el riesgo sanitario, ya que incluso los medicamentos disponibles podrían haber perdido su efectividad por mala conservación.
Falta de respuesta de las autoridades y posibles responsabilidades. El informe destaca que, a pesar de los reiterados requerimientos del personal de salud, la Dirección Regional de Salud Tumbes no ha atendido los pedidos de reposición, lo que evidencia una alarmante desorganización o desinterés institucional. Los responsables podrían enfrentar sanciones administrativas, civiles o penales, al poner en riesgo la salud de los ciudadanos.
El informe está publicado en el portal institucional www.gob.pe/contraloria en aras de la transparencia y acceso a la información y fue comunicado a la directora de la Dirección de Salud de Tumbes.