FUE ACRIBILLADO POR DOS SICARIOS
La tarde del miércoles 7 de agosto se tiñó de sangre en la ciudadela Primero de Mayo, donde un violento ataque con armas de fuego acabó con la vida de Fernando Francisco Mayon Quezada. El brutal suceso, ocurrido en la intersección de las calles Rumiñahui y Pichincha en Huaquillas, ha dejado consternada a la comunidad y ha intensificado el miedo ante la creciente ola de violencia que azota las zonas fronterizas.
Según informes preliminares, Fernando Mayon fue atacado por dos individuos que abrieron fuego contra él a plena luz del día. Gravemente herido, fue trasladado de urgencia a un centro de salud privado, donde los médicos lucharon por estabilizarlo. Sin embargo, debido a la gravedad de sus lesiones, fue necesario trasladarlo a un hospital en Machala, donde lamentablemente falleció después de varias horas de agonía.
Las heridas que sufrió Fernando Mayon fueron devastadoras: un disparo atravesó su pómulo derecho y salió por el izquierdo, mientras que otras balas impactaron en su región cervical, pélvica y lumbar, dejando su cuerpo gravemente comprometido. Los esfuerzos médicos fueron en vano, y la vida de Fernando se extinguió, dejando un profundo vacío entre sus familiares y seres queridos.
Este trágico evento se suma a una preocupante escalada de violencia en la frontera, donde la inseguridad y el crimen han sembrado el terror entre los habitantes. Miles de familias han perdido a sus seres queridos en circunstancias similares, y la sensación de desamparo se ha apoderado de la población, que clama por justicia y exige respuestas contundentes de las autoridades.
La comunidad de Huaquillas, consternada por la muerte de Fernando Mayon Quezada, demanda una acción inmediata y efectiva por parte de las fuerzas del orden para frenar la violencia que se ha apoderado de la región. La falta de medidas concretas solo ha exacerbado la sensación de inseguridad y abandono en una zona que, día tras día, se ve sumida en el caos y la desesperanza.