El herido fue derivado al hospital de Machala
La ciudad fronteriza de Huaquillas fue escenario de un nuevo acto de violencia que dejó a Pedro Andrés P. J. gravemente herido tras recibir varios impactos de bala. El incidente ocurrió en las calles Camilo Ponce y Los Ríos, en la ciudadela El Carmen, y ha generado conmoción entre los residentes de la zona.
Según las primeras versiones, el ataque habría sido desencadenado por una disputa en torno a una cancha de fútbol. Testigos indicaron que el conflicto inició con un altercado verbal entre la víctima y otros involucrados, pero rápidamente escaló hasta que se escucharon disparos. Pedro Andrés cayó al pavimento con heridas en el abdomen, situación que obligó a su traslado de emergencia a un centro de salud local.
Debido a la gravedad de sus lesiones, el herido fue derivado al hospital de Machala, donde permanece internado con pronóstico reservado. La Policía Nacional y la Policía Judicial llegaron al lugar de los hechos para iniciar las investigaciones y recolectar evidencias, aunque hasta el momento no se ha reportado la captura de los responsables.
Este violento episodio refleja el clima de inseguridad que persiste en Huaquillas, una ciudad ubicada en el cordón fronterizo con Perú. La población ha denunciado reiteradamente la falta de control en la zona, que no solo se ve afectada por delitos comunes, sino también por conflictos relacionados con actividades deportivas, sociales y territoriales.
El aumento de hechos delictivos pone en entredicho la efectividad de las políticas de seguridad implementadas en la región. Pese a las promesas de reforzar el control en las zonas limítrofes, los habitantes aseguran que la presencia policial sigue siendo insuficiente para prevenir este tipo de actos de violencia.
La comunidad exige una acción más contundente por parte de las autoridades locales y nacionales. “No podemos seguir viviendo con miedo. Esto no es solo un problema de Huaquillas, es un problema de todo el país”, señaló uno de los vecinos del sector.
Mientras las investigaciones continúan, el ataque a Pedro Andrés P. J. se suma a una preocupante lista de casos que evidencian el deterioro de la seguridad en la región, donde la población vive cada día más atemorizada y sin respuestas claras de las autoridades.