Sicarios lo atacaron a plena luz del día
La violencia en la frontera sur se cobra una nueva y trágica víctima. Un adolescente de apenas 15 años, identificado como Joan Sebastián Valencia Zocola, fue asesinado a balazos la mañana del jueves 20 de marzo, en un ataque armado que ha conmocionado a la comunidad de Huaquillas.
El crimen ocurrió alrededor de las 09:00 a. m., en la intersección de la avenida Hualtaco y 15 de Agosto, un punto de alta circulación en la ciudad. Según testigos, el menor fue abordado por sujetos desconocidos, quienes sin mediar palabra le dispararon a quemarropa para luego huir del lugar.
Las balas impactaron gravemente a la víctima, quien quedó tendida en el pavimento mientras los transeúntes, aterrorizados, pedían auxilio.
Minutos después del ataque, paramédicos trasladaron al menor en estado crítico hasta el Hospital Básico de Huaquillas, donde los médicos intentaron salvarle la vida. Sin embargo, la gravedad de las heridas fue letal, y poco después se confirmó su deceso.
Tras el crimen, la Policía Nacional desplegó un fuerte operativo en la zona para recolectar evidencias y dar con los responsables. La escena del crimen fue acordonada y los agentes iniciaron la búsqueda de pistas, analizando las cámaras de seguridad del sector para identificar a los atacantes y el posible móvil del asesinato.
Aunque aún no hay detenidos, las autoridades manejan varias hipótesis, considerando la creciente ola de violencia que azota la frontera sur del Ecuador, donde el crimen organizado ha ganado terreno.
Este nuevo homicidio ha desatado una ola de indignación entre los habitantes de Huaquillas, quienes exigen justicia y mayor seguridad ante la imparable escalada de criminalidad. En los últimos meses, la ciudad ha sido escenario de asesinatos, asaltos y enfrentamientos entre bandas, convirtiéndola en un punto rojo de la inseguridad en Ecuador.
El asesinato de Joan Sebastián Valencia Zocola deja en evidencia el riesgo creciente que enfrentan los jóvenes en zonas de alta conflictividad, donde la violencia callejera y los crímenes por encargo parecen no dar tregua.