El consejero Antonio Espinoza Soriano denunció públicamente sobre el deficiente manejo de los residuos médicos del Hospital Regional de Tumbes (HRT), donde detectó que las decenas de bolsas rojas se encuentran desde el viernes porque no se habría cumplido con el pago a la empresa que los recoge y traslada a un relleno especial ubicado en Chiclayo.
En una inspección, la autoridad comprobó que las fundas se encuentran apiladas y mezcladas con los residuos sólidos afectando la salud de los obreros. El viernes último habría llegado el camión a recogerlas; sin embargo, no existe dicho documento que acredite dicho trabajo.
El escenario es catastrófico. Hechicera acudió al lugar y encontró unas 20 bolsas rojas conteniendo mascarillas, guantes, inyectables, gasas, entre otros, regadas en el suelo y algunos en los contenedores de manera inadecuada.
Además, los trajes de protección sanitaria decoraban el lugar estando en las sillas y otros en el suelo, lo mismo se detectó con los aguantes. El nivel de infección es alto y, pese a ello, el hospital regional no ve la forma de mejorar este ambiente, el mismo que se encuentra en la parte trasera de la plataforma, donde se ejecuta una obra cuestionada por el mismo consejo.
Uno de los trabajadores del nosocomio que guio en la inspección sostuvo que los residuos hospitalarios de covid-19 se encuentran exactamente detrás del edificio donde funciona la facultad de Obstetricia de la Universidad Nacional de Tumbes (UNT), el mismo que es utilizado para atender a las gestantes que han sido contagiadas con esta enfermedad.
Según el consejero, hasta la fecha no se ha retirado las bolsas rojas y el escenario es preocupante por el incremento de residuos hospitalarios.
Nuestra fuente indicó que producto de la pandemia, el Regional origina hasta 12 toneladas de residuos hospitalarios por mes y que antes de marzo, el paso de la basura era hasta las 8 toneladas, respectivamente.