De nunca acabar. Desde hace varios meses, que el centro poblado de Acapulco, en el distrito de Zorritos, en la provincia de Contralmirante Villar, se han convertido en un chiquero de aguas malolientes producto del colapso de los buzones.
Según los vecinos refieren que la cámara de rebombeo no funciona, y todas las aguas servidas se acumulan en plena quebrada, generando un olor nauseabundo en todo el día y que, además, no los deja comer. Esta laguna se ubica a unos metros del desembarcadero pesquero.
Los pobladores sostienen que está situación ha empeorado con el transcurrir del tiempo, tornándose insoportable.
En ese sentido, los vecinos han pedido la presencia de los funcionarios de la empresa Agua Tumbes, así como al fiscal del Medio Ambiente.
Asimismo, han denunciado que sus hijos pequeños sufren constantemente de enfermedades gastrointestinales, dermatológicas y respiratorias.