Problemas en su infraestructura y equipos inoperativos ponen en riesgo la atención médica
Un alarmante informe del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Dirección Regional de Salud (Diresa) Tumbes ha revelado serias deficiencias en el Puesto de Salud La Choza, ubicado en la Micro Red Zorritos. La visita de control, realizada entre el 5 y 6 de febrero de 2025, expuso una situación crítica que compromete la atención a los pacientes y la seguridad del personal de salud. Desde infraestructura en estado deplorable hasta equipos médicos inoperativos, el establecimiento se encuentra lejos de ofrecer condiciones óptimas para brindar servicios adecuados.
Infraestructura deteriorada. El informe de la OCI detalla que el puesto de salud presenta graves problemas estructurales. En diversas áreas se constató la presencia de baldosas de cielo raso desprendidas, paredes con fisuras y humedad, griferías dañadas y servicios higiénicos inoperativos. En la zona de admisión, el lavatorio no cuenta con grifería, mientras que el mobiliario como escritorios, sillas y armarios, están en condiciones deplorables, representando un riesgo para quienes lo utilizan.
En el área externa, la reja de acceso al ambiente asignado para la ambulancia se encuentra oxidada y sujeta con una simple soga para evitar su colapso. Además, el cerco perimétrico muestra grandes desprendimientos de pintura y en la parte posterior del establecimiento se acumula material en desuso que debió ser retirado por Diresa Tumbes, pero hasta la fecha permanece abandonado.
Uno de los hallazgos más preocupantes es el estado de la infraestructura eléctrica. En la zona de digitación, los cables de corriente están expuestos, lo que representa un peligro inminente de cortocircuitos y accidentes. A esto se suma la falta de luminarias funcionales en el área externa, lo que deja al puesto de salud en total oscuridad durante la noche, agravando aún más la precariedad en la que opera.
Equipos médicos obsoletos e inoperativos. El reporte también alerta sobre la falta de equipos operativos en áreas clave del puesto de salud. En obstetricia, el equipo Doppler fetal, indispensable para la verificación de latidos fetales en mujeres gestantes, está inoperativo debido a su antigüedad (más de siete años de uso). De igual manera, las balanzas pediátricas digitales no funcionan, lo que impide un adecuado control del peso de los niños en consulta.
En la sala de emergencias y tópicos, el lavadero presenta corrosión y el inodoro del servicio higiénico no está fijo al suelo, lo que obliga al personal a cerrar la llave de paso para evitar fugas de agua. Además, varias baldosas del cielo raso están desprendidas, lo que supone un peligro de caída para los pacientes y el personal asistencial.
El área de farmacia tampoco se salva del caos. No cuenta con un congelador exclusivo para la conservación de medicamentos sensibles como insulina y ergometrina, por lo que estos productos se almacenan en el mismo congelador utilizado para vacunas, lo que va en contra de las normas sanitarias. Para agravar la situación, se encontró un extintor con carga vencida desde abril de 2023, lo que significa que en caso de incendio, el establecimiento no cuenta con medidas de seguridad adecuadas.
Alarma en la conservación de vacunas. Uno de los hallazgos más graves del informe es el deficiente control de la cadena de frío para la conservación de vacunas. Se detectó que el registro de temperatura no se realiza de manera continua y en algunos casos no se lleva a cabo en absoluto. Esto pone en peligro la eficacia de las vacunas y compromete la salud de la población.
El congelador destinado a la conservación de vacunas carece de un control riguroso de temperatura, con registros incompletos en varios días de enero y febrero de 2025. Además, en el área de farmacia se encontraron cajas de medicamentos almacenadas directamente sobre el suelo, en total incumplimiento de las normas sanitarias.
Falta de mantenimiento y ausencia de personal de limpieza. El jefe del puesto de salud, Edgard Alexander Cruz Balladares, admitió que la última intervención de mantenimiento en la infraestructura ocurrió hace cinco años, salvo algunos trabajos menores en 2023. Para colmo, el establecimiento no cuenta con personal de limpieza asignado, por lo que el propio personal de salud ha tenido que contratar a un trabajador particular, asumiendo los costos de su propio bolsillo para garantizar condiciones mínimas de higiene.
Frente a este panorama, la población espera que la Dirección Regional de Salud de Tumbes tome acciones urgentes para subsanar las deficiencias encontradas y garantizar un servicio de salud digno y seguro.