Nueve cadáveres de personas contagiadas con COVID-19 fueron exhumados del cementerio temporal en el distrito de Canoas de Punta Sal, en la provincia de Contralmirante Villar, región de Tumbes, el pasado 30 de junio, por trabajadores de una funeraria.
Los cuerpos fueron desenterrados casi un año después para ser enterrados en el camposanto El Ángel de esta localidad, mientras uno de ellos será sepultado en el distrito de Los Órganos en la provincia de Talara.
Según se conoció, fueron los familiares de los fallecidos quienes contrataron los servicios de una conocida funeraria para la exhumación en el sector conocido Santa Rosa a espaldas del palacio municipal. El personal fúnebre realizó los trabajos con los implementos de protección personal necesarios.
Los restos de los nueve difuntos fueron colocados en nuevos ataúdes, mientras los familiares observaban todo el proceso.
Las exhumaciones que se han efectuado fueron tramitadas por los deudos de las personas que fallecieron por el coronavirus y en el marco del protocolo sanitario sus seres queridos fueron sepultados
Según el Decreto Supremo N° 03-94-SA, en el que se aprueba el reglamento de la “Ley de cementerios y servicios funerarios”, en el artículo 61 se establece que se requiere la autorización sanitaria de la autoridad de salud para proceder a la exhumación o traslado de un cadáver.
Como parte de las diligencias se debe realizar un pago de S/ 235.21 a la Dirección Regional de Salud de Tumbes para la autorización sanitaria, además se debe presentar el certificado de defunción, copia del DNI del familiar directo que realiza la solicitud y una carta de autorización de recepción del cadáver del cementerio de destino.