El gobierno regional de Tumbes se encontraría acéfalo
Un total desorden se vive en el gobierno regional de Tumbes, después de que el gobernador, Segismundo Cruces Ordinola designó como gobernador encargado al funcionario de su confianza, Nick Rojas Prescot, quien se encuentra en el despacho de gobernación desde el 8 de septiembre.
Lo curioso de esta designación es, el inesperado permiso solicitado por la vice gobernadora regional, Rosario Palacios, en los días que el gobernador se ausenta de la región. El hecho causó indignación en los fiscalizadores quienes han optado en poner de conocimiento estos hechos ante el Ministerio Público.
“La ley es clara, quien asume en ausencia del gobernador es la vicegobernadora, quienes fueron elegidos por el pueblo, si el gobernador tiene que ausentarse debió suspender el permiso de la vice, para que esta venga y asuma el cargo, no es legal que coloque a un funcionario porque estaría usurpando funciones”, aclaró Diego Alemán Ramírez.
Los consejeros, recalcaron que no es primera vez que el gobernador va en contra de las normas y leyes ya establecidas, ya que en varias oportunidades ha dejado encargado de su despacho a funcionarios que no han sido elegidos por el pueblo.
“El gobernador tiene conocimiento de esto porque nosotros ya lo habíamos observado porque incluso un funcionario se había hecho un sello de gobernador encargado. Ahorita no hay cabeza, la gobernación está acéfala ya que no se encuentra en la sede ni el gobernador ni la vicegobernadora”, recalcó Alemán.
El Consejo Regional también ha solicitado los documentos donde la vice gobernadora solicita permiso para ausentarse y las fechas cuando se solicitaron, ya que se teme que, Rosario Palacios no estaría cumpliendo con sus funciones que el pueblo le encomendó.
Los documentos serán alcanzados al Ministerio Público para que se apertura una investigación sobre el hecho ya que, se habría incurrido incluso en contra de las disposiciones del Jurado Nacional de Elecciones quien otorga la credencial de gobernador a la persona elegida por el pueblo, más no a funcionarios políticos.

									 
					
