Viven de milagro. Cuatro personas que viajaban de Piura a Tumbes a bordo de una minivan, se salvaron de la muerte segura luego que el vehículo fuera arrastrado por la crecida de la quebrada Débora, en la provincia de Talara, en Piura.
Tras las intensas lluvias registradas en Talara, las quebradas Débora y Manuela se activaron, interrumpiendo el libre tránsito. La activación de las estas quebradas viene afectando el estado de las carreteras, por lo que transportistas no pudieron entrar ni salir de la ciudad petrolera, quedando aislada por varias horas.
Es así que, en horas de la noche del lunes, el chofer de una minivan que se dirigía de Piura hasta el distrito de Canoas de Punta Sal, intentó desafiar la furia de la naturaleza, sin embargo, dicha unidad fue arrastrada por la crecida de la quebrada Débora.
Hasta el lugar se hizo presente personal de Serenazgo de la comuna de Talara que prestaron los primeros auxilio a los pasajeros al igual que el conductor quienes resultaron ilesos.
Según reportaron los pobladores y transportistas de esta zona, la activación y la bajada de las quebradas deterioró la capa asfáltica. Este hecho, originó enormes cangrejeras en la Panamericana Norte, dejando forados que impiden el libre tránsito de los vehículos particulares y de transporte público.
Asimismo, esta situación ha originado que cientos de pasajeros queden varados en la pista a inmediaciones del peaje de Talara.
Lo que era una pista, ha pasado a ser una gran laguna a consecuencia de las aguas de ambas quebradas, que buscan un cauce para su desfogue. Esto ha ocasionado grietas en el camino, impidiendo que los transportistas sigan su ruta para poder llegar a sus destinos.
En el lugar se registró una gran fila de unidades que intentan pasar, ya sea para trasladar pasajeros desde y hacia Talara y la ciudad satélite, cuyos habitantes prácticamente han quedado aislados por la zona norte y la zona sur.