A pesar de todas las recomendaciones para evitar las aglomeraciones y la exposición al contagio o la propagación del COVID-19, muchos talareños hacen caso omiso y persisten en poner en riesgo su vida y la de sus seres queridos.
Ayer en horas de la tarde personal de Serenazgo y Fiscalización, junto a la Policía Nacional y Fuerza Aérea del Perú, intervino una vivienda en el asentamiento humano San Pedro, donde irresponsablemente más de 30 personas participaban de una fiesta infantil, sin guardar el distanciamiento social obligatorio ni cumplir con los protocolos de bioseguridad, a pesar de encontrarse presentes varios menores de edad.
El propietario de la vivienda, Julio Querevalú Panta, fue conducido a la dependencia policial por permitir que en su inmueble P-23 se infrinja el decreto supremo 139-2020, que prohíbe las reuniones sociales y visitas familiares durante el estado de emergencia por el COVID-19.
San Pedro ha sido y sigue siendo una de las zonas más golpeadas por el COVID-19, donde los fallecidos se contaron por decenas, pero lastimosamente sus propios moradores no recuerdan las épocas duras que atravesaron por la pandemia y siguen exponiéndose al contagio.