Ángelo Torrelles, de nacionalidad venezolana, se desempeñaba como jalador de una tienda de calzado cuando ocurrió el derrumbe. Dejó su puesto de trabajo unos minutos para socorrer a los obreros atrapados, pero su empleadora no entendió razones y lo despidió
El ciudadano venezolano Ángelo Torrelles denunció que fue despedido de su trabajo por ir a ayudar a las personas atrapadas en el derrumbe ocurrido el pasado sábado en una obra clandestina de la cuadra 9 de la avenida Abancay, en el Centro de Lima.
En diálogo con RPP Noticias, el hombre contó que se desempeñaba como jalador de una tienda de calzado cuando ocurrió el derrumbe. Su inmediata reacción fue dejar su puesto y acudir a ayudar a las personas atrapadas.
“Me alejé unos 30 minutos de mi área de trabajo. Cuando llegué al lugar del hecho, de lo ocurrido el día sábado, comencé a decirle a la prensa la situación ocurrida, porque yo fui uno de los testigos principales que entró al derrumbe, en el cual ayudé a las personas que estaban debajo de los escombros”, sostuvo.
El extranjero contó que al regresar a la tienda su empleadora lo recriminó por abandonar su puesto de trabajo y lo despidió, pese a que él le explicó las razones de su ausencia.
El hombre, padre de cinco hijos, se encuentra actualmente desempleado, por lo que hizo un pedido de ayuda para conseguir un nuevo trabajo, mas no de caridad.
Torrelles aseguró que hizo saber a agentes de la Policía Nacional que había una persona más atrapada en los escombros, pero “no me quisieron prestar atención”.
Esa persona a la que se refería era Martín Huerto Garrido (53), el obrero que se encuentra bajo los escombros del derrumbe desde el sábado. Al cierre de esta nota, los bomberos continúan las labores de rescate, que ya se prolongan por más de 40 horas.