Estudiantes peruanos diseñan esterilizador que elimina la COVID-19 de distintas superficies y que ya se usa en hospitales

La crisis sanitaria ha demostrado que podemos enfrentar a la COVID-19 cumpliendo con los protocolos de bioseguridad y, además, con ingeniería creativa adaptada a nuestra realidad.  Por ello, Nery Herrera Ambrosio y Nilson Fernández Barazorda, estudiantes de ingeniería industrial, han desarrollado un esterilizador que puede eliminar al coronavirus de distintas superficies. Sin embargo, su historia empezó un año antes que la pandemia.

En 2019, los jóvenes ya habían pensado en desarrollar un esterilizador de verduras para una alimentación saludable, pero un año después decidieron ponerse al mismo nivel del desarrollo tecnológico mundial y lograron adaptarlo para ser usado contra la COVID-19.

Nilson recuerda que, mientras tomaban un café en la universidad, junto con Nery y el docente José Manuel López, fue este último quien les propuso desarrollar una máquina que a modo de escáner pueda desinfectar frutas y verduras para prevenir enfermedades.

No obstante, la pandemia detuvo sus planes y los hizo volver a esa idea con la urgencia no solo de desinfectar alimentos y agua, sino también todo tipo de material e indumentaria que se necesitara en los hospitales para hacerle frente a la crisis sanitaria.

“Creo que todos los ingenieros debemos buscar la innovación, porque necesitamos resolver problemas sociales que podemos ver en las deficiencias que tiene el país”, indica Nery, natural de Alto Azul, un caserío del distrito de La Morada, en la provincia de Marañón en la región de Huánuco.

Finalmente, en julio del año pasado, el equipo logró desarrollar el aparato. El modelo actual del esterilizador hace uso de una luz ultravioleta y ozono para eliminar cualquier tipo de microorganismos, incluyendo el nuevo coronavirus. Además, cumple con todos los estándares de seguridad internacional.

La radiación UV-C es efectiva para destruir el material genético de microorganismos como virus y bacterias, aunque se debe tener mucho cuidado con exponerla directamente a las personas. “La decisión de tomar un microondas es que tiene todas las protecciones de seguridad y reconvertirlo a un sistema ultravioleta fue una solución ideal”, explica el doctor José Manuel López.

Hasta el momento, han desarrollaron nueve esterilizadores y algunas de ellas se encuentran en centros de salud como el Seguro Social de Salud (EsSalud) en Cajamarca.

Asimismo, este no es su único desarrollo tecnológico aplicado a la salud. También han implementado un prototipo de purificador de agua que funciona con energía renovable y ha cambiado la vida de la comunidad awajún Ebrón, en la provincia de Condorcanqui, Amazonas.

Nery recuerda a una niña de esta comunidad amazónica, que fue la primera en beber y aprobar el sabor del agua purificada. Al verla, la joven se identificó con la pequeña de cinco años que también tenía el deseo de estar saludable y poder estudiar.

Por su parte, Nilson, que nació en Vilcabamba, provincia de La Convención, en Cusco, ha demostrado su perseverancia y se ha convertido en un experimentador científico tenaz. De esta manera, el talento de los estudiantes, junto a la experiencia del doctor José Manuel López Ludeña, ha sido clave para formar un equipo que actualmente está innovando bajo el sello de ISA (Innovación Social Aplicada).

RPP


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