En una operación policial en el asentamiento humano Nuevo Porvenir, en Trujillo, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) detuvieron a Diego David Vega Vásquez, de 20 años, señalado como uno de los presuntos responsables del brutal asesinato del expolicía tumbesino Hugo Felipe Alemán Morán, ocurrido el pasado 6 de diciembre en la avenida Larco.
La intervención se llevó a cabo en la calle Quebrada de León, donde Vega Vásquez fue arrestado mientras conducía un vehículo Toyota Yaris. Durante el operativo, las autoridades encontraron en su poder un celular y una cantidad de sustancia que sería aparentemente pasta básica de cocaína (PBC).
Durante el interrogatorio preliminar, Vega Vásquez confesó haber sido el conductor de la motocicleta utilizada para perpetrar el ataque. Según información policial, el crimen ocurrió cuando dos sicarios a bordo de una motocicleta interceptaron al expolicía Hugo Alemán Morán, de 36 años, disparándole múltiples veces y acabando con su vida en el acto.
La motocicleta utilizada en el ataque fue encontrada abandonada cerca del lugar del crimen, lo que permitió a los agentes trazar pistas para identificar a los responsables. Sin embargo, la investigación aún está en curso para establecer los motivos detrás del asesinato y la identidad de los demás implicados.
Fuentes policiales han señalado que este asesinato podría estar relacionado con ajustes de cuentas o actividades ilícitas en las que el expolicía podría haber estado involucrado. La violencia y el modus operandi empleado han conmocionado a la población de Trujillo, despertando nuevamente la preocupación por el incremento de los crímenes vinculados al sicariato en la región.
El homicidio de Hugo Alemán Morán, oriundo de Tumbes y en retiro de la PNP, ha generado un profundo impacto en Trujillo. Los vecinos de la avenida Larco aún recuerdan con temor la brutalidad del ataque, que dejó a un hombre muerto en plena vía pública, y claman por justicia.
Las autoridades continúan trabajando para esclarecer este caso que, además de evidenciar el nivel de inseguridad en la región, pone de manifiesto la urgencia de estrategias más efectivas para combatir el crimen organizado y el sicariato.