Informe de la Contraloría revela alimentos en descomposición, fallas en equipos y gestión deficiente que ponen en riesgo la salud de pacientes y personal asistencial.
El Órgano de Control Institucional (OCI) del Hospital Regional José Alfredo Mendoza Olavarría II-2 de Tumbes ha revelado una serie de irregularidades alarmantes en el servicio de Nutrición y Dietética, a través del Informe de Hito de Control N.° 003-2025-OCI/6010-SCC. La inspección, realizada entre el 19 y el 25 de febrero de 2025, identificó cinco situaciones adversas críticas que no solo comprometen la calidad del servicio, sino que representan un peligro inminente para la salud de los pacientes y el personal asistencial.
Alimentos en estado de descomposición y riesgo de contaminación cruzada. La comisión de control encontró alimentos en avanzado estado de descomposición dentro de las cámaras frigoríficas del servicio de nutrición. Entre los productos en mal estado se hallaron 2,65 kg de carne de res con olores desagradables, 38,10 kg de pollo con partes oscuras y 8,60 kg de papaya completamente descompuesta. La encargada del servicio justificó que el pollo estaba deshidratado debido a una falla en la cámara frigorífica, sin embargo, el informe advierte que el uso de estos alimentos podría causar contaminación cruzada, intoxicaciones graves y comprometer la inocuidad de las dietas servidas. Esta situación vulnera la Ley General de Salud y la Ley de Inocuidad de Alimentos, exponiendo a los pacientes a riesgos innecesarios.

Fugas en cámaras frigoríficas agravan el riesgo de deterioro de alimentos. El informe también documenta la existencia de fugas internas de agua en las cámaras frigoríficas de frutas y verduras, lo que pone en riesgo su operatividad y podría provocar la pérdida de grandes cantidades de alimentos perecibles. Las imágenes incluidas en el informe muestran goteras y acumulación de agua dentro de los equipos, indicando una falta evidente de mantenimiento. Esta situación no solo podría acelerar el deterioro de los alimentos, sino que también evidencia un deficiente control de calidad y cumplimiento de la Ley General de Salud, que obliga a los establecimientos a garantizar la seguridad y calidad en los servicios que prestan.

Posible desabastecimiento de alimentos por retrasos en procedimientos de compra. Otra situación adversa detectada fue el posible desabastecimiento de alimentos para la preparación de dietas, debido a retrasos significativos en la convocatoria y ejecución de procedimientos de selección. Según el Plan Anual de Contrataciones, había cinco procedimientos programados para febrero de 2025, los cuales aún se encontraban en la etapa de estudio de mercado. Esto obligó a la administración a realizar compras menores a 8 UIT para evitar el desabastecimiento. No obstante, el informe advierte que estas adquisiciones podrían no ser suficientes para cubrir las necesidades del hospital, generando un riesgo latente para la continuidad de la atención. Esta situación también contraviene el Decreto Legislativo N.° 1439, que establece la obligación de garantizar el abastecimiento oportuno y adecuado de bienes y servicios.

Ingreso irregular de alimentos sin cuadros comparativos de precios. El OCI detectó que algunos alimentos ingresaron al almacén del hospital sin haberse realizado previamente el cuadro comparativo de precios, procedimiento esencial para asegurar la transparencia y legalidad en las compras estatales. Las guías de remisión verificadas correspondían a entregas realizadas entre el 6 y el 14 de febrero de 2025, todas provenientes del proveedor Jaksa S.R.L. Sin embargo, el Jefe de Adquisiciones admitió que los estudios de mercado para estas compras aún estaban en proceso, lo que sugiere la posible existencia de favoritismos y falta de transparencia en las adquisiciones. Esta práctica infringe la Ley de Contrataciones del Estado, que prohíbe expresamente el fraccionamiento y la falta de transparencia en los procesos de compra.
Inadecuada limpieza en las instalaciones del servicio de nutrición. El informe revela además que las cámaras frigoríficas y las campanas extractoras del servicio de nutrición presentaban graves deficiencias de limpieza, incluyendo acumulación de sangre en el piso de las cámaras de carne, ventiladores oxidados y bandejas con moho en las cámaras de verduras. Estas condiciones no solo representan un riesgo alto de contaminación cruzada, sino que también violan la Norma Técnica de Salud N.° 173-MINSA/2021, que exige prácticas adecuadas de higiene y desinfección en los servicios de alimentación colectiva. La falta de limpieza podría facilitar la proliferación de bacterias peligrosas, comprometiendo aún más la seguridad alimentaria de los pacientes.

El informe ha sido remitido al director del hospital, Raúl Rivera Clavo, exigiendo la adopción de acciones preventivas y correctivas en un plazo máximo de cinco días. La Contraloría demanda que se informe sobre las medidas adoptadas para corregir estas deficiencias y garantizar la seguridad de los pacientes y el personal asistencial. La falta de respuesta oportuna podría derivar en sanciones administrativas e incluso penales para los responsables de estas negligencias.
Estas graves irregularidades revelan una gestión deficiente y un preocupante riesgo para la salud pública, que exige una respuesta inmediata y transparente por parte de las autoridades del hospital y del Gobierno Regional de Tumbes. La ciudadanía y los pacientes merecen una explicación clara y, sobre todo, medidas efectivas para remediar esta situación antes de que las consecuencias sean irreparables.
