Auditoría revela bienes sin identificar, extintores vencidos y control deficiente en importante instalación turística de Tumbes
Una visita de control realizada por el Órgano de Control Institucional del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES) ha puesto al descubierto graves deficiencias administrativas y de seguridad en el Centro de Acuicultura La Tuna Carranza, ubicado en el centro poblado de Puerto Pizarro. El informe de control N.° 040-2025, presentado el 7 de noviembre del 2025, documenta dos situaciones adversas que comprometen la operatividad y la protección del personal en esta importante instalación que recibe hasta 56 mil visitantes anuales.
Bienes sin control ni identificación. La primera y más grave situación afecta directamente la gestión de bienes muebles de la institución. La auditoría detectó que de 73 bienes seleccionados para verificación, solo 13 contaban con código patrimonial identificable. Paralelamente, 47 bienes poseían características coincidentes con los registrados, pero carecían de código patrimonial, aunque sí tenían etiquetas de inventario del año 2022.
Entre los hallazgos más preocupantes se encuentran: seis bienes que no fueron localizados en el centro acuícola (incluyendo una lectora, cocina a gas, teléfono celular, cama de metal plegable, bomba para sentina y estante de metal); equipos como canoas, congeladora, termómetros infrarrojos y 9 chalecos salvavidas que carecen completamente de identificación patrimonial ni de inventario; y dos bienes cuyos códigos patrimoniales no coincidían con los reportados en los registros oficiales.
Esta deficiencia de control genera múltiples riesgos: imposibilidad de ejecutar mantenimiento preventivo, obstaculización en la reposición oportuna de equipos deteriorados, desconocimiento real de la ubicación de activos, y elevada vulnerabilidad ante pérdidas o sustracciones. Adicionalmente, la información proporcionada por la Unidad Funcional de Abastecimiento sobre el último inventario realizado resultó imprecisa: mientras se reportaba que fue en 2022, también se menciona un inventario digital llevado a cabo en 2024, creando incertidumbre sobre la veracidad de los datos.
Extintores vencidos. La segunda situación adversa guarda directa relación con la seguridad ocupacional. Los tres extintores instalados en las áreas operativas y administrativas del centro no se encontraban recargados al momento de la inspección y carecían de mantenimiento vigente. La fecha de vencimiento de estos equipos fue agosto del 2025, es decir, hace más de dos meses antes de la visita de auditoría realizada el 29 de octubre.
La gravedad de esta negligencia se multiplica considerando que el Centro de Acuicultura La Tuna Carranza es una institución de alto flujo de visitantes, con aproximadamente 56 mil personas que ingresan anualmente, entre visitantes nacionales e internacionales, estudiantes y grupos académicos de universidades nacionales y extranjeras que realizan investigaciones sobre conservación del cocodrilo de Tumbes. La falta de equipos de extinción operativos compromete la seguridad de personas, instalaciones e investigaciones en curso.
Inconformidades normativas y recomendaciones. Los auditores señalan que el FONDEPES incumple con las disposiciones de la Directiva N.° 06-2021 sobre gestión de bienes muebles patrimoniales, así como disposiciones de la Ley N.° 29783 de Seguridad y Salud en el Trabajo, que establece que los empleadores deben garantizar medios y condiciones que protejan la vida y salud de trabajadores y visitantes.
El Órgano de Control recomendó que el titular del FONDEPES adopte acciones preventivas y correctivas dentro de sus competencias, y que comunique formalmente los avances en la resolución de estos problemas en un plazo máximo de cinco días hábiles. Estos hallazgos ponen de relieve la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de control administrativo y de seguridad en los centros de acuicultura del FONDEPES a nivel nacional.

