Con 105 votos a favor, 19 en contra y 4 abstenciones
El pleno del Congreso aprobó la noche del lunes la moción de vacancia contra el presidente 0de la República, Martín Vizcarra, por la causal de permanente incapacidad moral.
Tras la culminación de un amplio debate y exposición de los puntos de vista de los voceros y miembros de las distintas bancadas del Congreso, se alcanzó con el mínimo número de legisladores para lograr la destitución.
Esta segunda moción de vacancia presencial fue impulsada por la bancada de Unión por el Perú (UPP) y otros legisladores, luego de que aspirantes a colaboradores eficaces revelaran ante la Fiscalía que Martín Vizcarra habría recibido coimas cuando ejerció como gobernador regional de Moquegua (2011-2014) por los proyectos de la irrigación Lomas de Ilo y del Hospital Regional de Moquegua.
LA DEFENSA DEL MANDATARIO
El jefe del Estado llegó poco después de las 10 a.m. al hemiciclo del Parlamento junto a su abogado para ejercer su derecho a la defensa. En su intervención, aclaró que, de momento, solo ha sido citado por la Fiscalía en una etapa preliminar de la investigación por presuntos pagos irregulares en la licitación de las dos obras públicas durante su gestión como gobernador de Moquegua.
No obstante, sostuvo que «no existe prueba de flagrancia de un delito, ni habrá porque no he cometido un delito, no he cobrado soborno». «Son hechos falsos, no corroborados, recién está empezando un proceso de investigación, son hipótesis», dijo Vizcarra.
El jefe del Estado también se refirió al hecho de que de momento hay dos investigaciones fiscales abiertas en su contra por el mismo caso. En esa línea, indicó que como ciudadano tiene derecho «a no ser juzgado por los mismos hechos» porque «si dos fiscalías me investigan de manera simultánea se puede terminar viciando el proceso». «Quiero demostrar la falsedad de las acusaciones en una investigación imparcial. Demostraré de manera fehaciente mi inocencia», expresó.
Martín Vizcarra recordó que también hay un número de congresistas investigados por presunta corrupción y que podrían estar haciendo uso de la vacancia presidencial para ocultar sus propias pesquisas por «intereses personales». «(La presunta incapacidad moral) no puede ser usada como espada de Damocles, sin corroborar, la democracia no puede estar en amenaza permanente», remarcó.