Mecanismos de control y planificación incumplidos, ineficiencia en la ejecución presupuestaria y deficiencias en almacenamiento y distribución
Un reciente informe de la Contraloría General de la República del Perú, a través de su Gerencia Regional de Control de Tumbes, ha expuesto irregularidades críticas en la gestión del Programa del Vaso de Leche (PVL) durante el primer trimestre de 2025 en la Municipalidad Provincial de Zarumilla. El documento, identificado bajo el código 4137-2025-CG/GRTB-SVC, detalla fallas en la adquisición oportuna de productos, inconsistencia en la distribución diaria y riesgos nutricionales para 760 beneficiarios, principalmente niños menores de seis años, gestantes y adultos mayores.
El PVL, establecido bajo la Ley N° 27470, busca mitigar la inseguridad alimentaria en poblaciones vulnerables mediante la entrega diaria de una ración que incluye leche evaporada, harina de plátano y kiwicha fortificada. En Zarumilla, la iniciativa atiende a 29 comités distribuidos en la provincia, con un presupuesto asignado de S/209,169 para 20251. Sin embargo, la Contraloría evidenció que, pese a la disponibilidad de fondos certificados, la ejecución financiera fue nula durante los primeros cuatro meses del año.
Mecanismos de Control y Planificación Incumplidos. El informe subraya que la Subgerencia de Programas Sociales, responsable del PVL, incumplió los plazos establecidos en el cronograma de adquisiciones. El primer proceso de selección (AS-SM-7-2025-OEC-2), convocado el 4 de abril, fue declarado desierto el 15 del mismo mes por falta de ofertas1. Un segundo intento, iniciado el 24 de abril, pospuso la adjudicación hasta el 7 de mayo, generando un vacío de suministros.
«La demora en la compra de insumos obligó a reducir la distribución a cinco días semanales en enero y febrero, incumpliendo la frecuencia diaria exigida por ley», detalla el documento1. Esta situación expuso a los beneficiarios a déficits nutricionales, particularmente críticos en menores de seis años, cuyo desarrollo cognitivo y físico depende de una alimentación constante.
Ineficiencia en la Ejecución Presupuestaria. A pesar de contar con el 99.99% del presupuesto certificado (S/209,167), la municipalidad no realizó ningún gasto en productos alimenticios hasta el 16 de abril, según registros del Portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas1. El retraso se atribuye a problemas en la planificación logística y a la subestimación de plazos para procesos de contratación pública.
Deficiencias en Almacenamiento y Distribución. La visita de control, realizada entre el 16 y 24 de abril, identificó que el almacén municipal carecía de condiciones básicas de conservación: Ausencia de control de temperatura y humedad para productos perecederos, falta de inventarios físicos actualizados y espacio insuficiente para separar lotes por fechas de vencimiento.
Estas condiciones aumentaban el riesgo de pérdida de nutrientes en las harinas y contaminación microbiana en la leche, según estándares del Codex Alimentarius.
Edinson Infante Ramírez, Subgerente de Abastecimiento, reconoció ante la Contraloría que el primer proceso fracasó por «falta de interés de proveedores locales». No obstante, el informe cuestiona la estrategia de contratación, señalando que la municipalidad no consideró alternativas como la compra directa a través de entidades certificadas por el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma.