El alcalde Kike Chapoñan no puede manejar bien este programa social
La Contraloría General de la República ha destapado un escándalo de proporciones alarmantes en la Municipalidad Distrital de Aguas Verdes. A través de un informe devastador, se ha evidenciado una serie de graves irregularidades en la gestión del Programa Vaso de Leche, lo que pone en entredicho la administración del alcalde Kike Chapoñan y su equipo de trabajo.
El informe de la Contraloría ha identificado situaciones adversas que comprometen la transparencia y eficiencia del programa, el cual debería garantizar la alimentación de los más vulnerables: niños y madres en situación de pobreza extrema. Sin embargo, lo que se ha encontrado es un verdadero desorden administrativo que roza lo escandaloso y negligente.
LAS GRAVES IRREGULARIDADES QUE INDIGNAN AL PUEBLO. Entre los hallazgos más alarmantes que ha expuesto la Contraloría, se encuentran:
Los productos lácteos y los insumos del programa llegan a destiempo o no llegan a los beneficiarios, lo que pone en riesgo su consumo y efectividad nutricional.
Se ha detectado la entrega de productos en mal estado, próximos a su fecha de vencimiento, exponiendo a los beneficiarios a riesgos de salud.
Se ha reportado que no existe un control claro sobre la compra y distribución de los productos, generando dudas sobre posibles malos manejos de fondos públicos.
Las entidades responsables dentro de la municipalidad no están realizando una fiscalización adecuada, permitiendo que el programa opere bajo un manto de desorden y falta de control.
El informe sugiere que podría haber intereses ocultos y favoritismo en la distribución de insumos, lo que deja abierta la posibilidad de una investigación por corrupción y malversación de fondos.
EL SILENCIO CÓMPLICE DE KIKE CHAPOÑAN. Ante estos hallazgos, la reacción del alcalde Kike Chapoñan ha sido, como de costumbre, el silencio absoluto. En vez de enfrentar las denuncias con transparencia y responsabilidad, el burgomaestre ha optado por ignorar las críticas y evadir las preguntas de la ciudadanía y la prensa.
Este escándalo se suma a una larga lista de cuestionamientos a su gestión, caracterizada por la falta de eficiencia, la opacidad y el desinterés por los más necesitados. La población exige explicaciones y, sobre todo, acciones inmediatas para corregir estas gravísimas fallas.
La Contraloría ha exigido a la municipalidad que adopte medidas correctivas en un plazo de cinco días hábiles, pero la gran interrogante es si el alcalde Kike Chapoñan cumplirá con esta obligación o si, como de costumbre, buscará ganar tiempo con excusas y promesas vacías.
Ante esta situación, los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil están demandando la intervención de las autoridades superiores para garantizar que el programa vuelva a cumplir con su verdadero objetivo: alimentar a quienes más lo necesitan sin trampas ni irregularidades.
El pueblo de Aguas Verdes está cansado de promesas incumplidas, de manejos turbios y de la inoperancia de su alcalde. Lo cierto es que los niños y madres vulnerables no pueden esperar. Se requiere una solución inmediata, y si el alcalde no está a la altura del cargo, debería dar un paso al costado antes de seguir perjudicando a los ciudadanos que confiaron en él.