El Poder Judicial condenó a ocho años de pena privativa de libertad efectiva al exfiscal Italo Jhair Bravo Ochoa, acusado de recibir una coima.

La Sala Penal Especial de la Corte Superior de Justicia de Tumbes declaró al acusado en libertad Italo Jhair Bravo Ochoa como autor del delito de Corrupción de Funcionarios en la modalidad de Cohecho Pasivo Específico, tipificado en el artículo 395 – segundo párrafo del Código Penal, modificado por el artículo 1 de la ley 28355, en agravio del Estado, imponiéndole ocho años de pena privativa de libertad efectiva.

La Segunda Fiscalía Superior Penal Transitoria de Tumbes a cargo del Fiscal Superior Víctor Manuel Salazar Adrianzen logró la condena del indicado ex funcionario.

El cómputo y ejecución se determinará acorde a lo establecido por el artículo 490 del Código Procesal Penal; asimismo, se le inflige trescientos sesenta y cinco días – multa, cuyo importe debe ascender al veinticinco por ciento del ingreso diario del condenado, percibido de su trabajo; e inhabilitación, encontrándose, por ende, el sentenciado, impedido para obtener mandato, cargo, empleo o comisión de carácter público, por el plazo de cinco años; además de abonar la suma de treinta mil soles, por concepto de reparación civil a favor de la parte agraviada.

LOS HECHOS. Ocurrieron en julio del 2018, personal policial de la Comisaría de San José intervino a una persona por causar destrozos en el interior de una cevichería, siendo trasladado hasta la citada sede policial para las diligencias de ley.

Hasta la dependencia policial, se hizo presente el fiscal de turno, Ítalo Jhair Bravo Ochoa para iniciar las diligencias correspondientes. Sin embargo, los familiares del detenido denunciaron que a través de un sujeto que sería un abogado “intermediario”, le habría solicitado la suma de 3 mil soles, para darle la libertad, por orden del Bravo Ochoa.

La denuncia fue interpuesta en la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Tumbes, a cargo de la Fiscal Provincial Titular Dra. Erika Elizabeth Solís Castro, al igual que la Oficina Desconcentrada de Control Interno del Distrito Fiscal de Tumbes, a cargo del Fiscal Superior Dr. Manuel Arnaldo Malpartida Solano, quienes enseguida se montó un operativo.

El supuesto intermediario fue intervenido por la policía y la fiscalía, en su poder se le encontró un teléfono celular, al revisar el WhatsApp, habrían conversaciones con otro número celular, que conversaban de la suma de 3 mil soles, luego a 2 mil soles.

La fiscal Erika Elizabeth Solís llamó al número de las conversaciones, para sorpresa en el otro lado del fono, la persona que respondió se identificó como el fiscal Ítalo Bravo, para lo cual la magistrada colgó la llamada.

Sin embargo, un hecho que llamó la atención es que la Fiscal Solís Castro, en ese momento nunca solicitó la prisión preventiva, sin embargo,  Bravo Ochoa continúo trabajando como Fiscal. Luego del escándalo la Fiscalía de la Nación lo destituyó del cargo.

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